Confrontan estudiantes de la Unitec a Calderón
* Entre gritos intenta convencerlos de que es la mejor opción; recibe duros cuestionamientos
México, D F, 15 de febrero (apro)- Por primera vez en casi un mes de campaña y auxiliado por el español Alberto Solá, su asesor en mercadotecnia, el candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, se fajó con un estudiantado hostil, que lo hizo hacer definiciones insólitas
"¡Yo no soy cachorro del imperio! ¡Nunca lo he sido y nunca lo seré!", gritó Calderón ante una pregunta análoga que él refutó para llamar a dejarse de "rollitos" y "choritos" ideológicos de jóvenes que cuestionaron duramente su presencia en la Universidad Tecnológica de México (Unitec), algunos de los cuales le atribuyeron un carácter de embajador imperial
Desde antes de su ingreso al plantel Cuitláhuac de la Unitec, el ambiente estaba listo para un duelo de esgrima verbal --y de pancartas-- que el candidato presidencial del PAN sostuvo con medio millar de muchachos de sangre hirviente
Calderón llegó alegre al plantel Venía de encontrarse con miembros de la comunidad judía, ante quienes expuso sus propuestas de gobierno, acompañado de Josefina Vázquez Mota, conocida como la "vicecandidata" y ufana de ser hipotética secretaria de Gobernación
Aunque el dirigente Benjamín Speckman le advirtió que la diversidad de esa comunidad no apoya a grupos, partidos o candidatos, Calderón se sintió a gusto y con ese ánimo llegó al encuentro estudiantil, que enfrentó
En el auditorio de la Unitec brotaron letreros, en cartulinas, con mensajes de apoyo y rechazo a la visita de Calderón, la primera del desfile que harán --ahí o en otros planteles de la institución-- los candidatos presidenciales
"Crecemos en ti, manos limpias", decía una cartulina en abierto apoyo a Calderón, cuyo eslogan es idéntico "AMLO, presidente", decía otra aludiendo a Andrés Manuel López Obrador, en cuyo reverso se leía: "Dale duro, te apoyamos"
Un empleado de la institución, cuya identidad anónima encubrieron las autoridades, arrebató el cartel en apoyo al perredista y toleró las que aplaudían la presencia del candidato panista, que llegó sonriente y festivo
La estrategia cambió luego de que ayer padeciera una amarga conclusión en su jornada, cuando un grupo de jóvenes estudiantes del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) le reclamó compromisos
Hoy, inclusive, se atrevió a bajar del estrado para acercarse a los estudiantes, algunos de los cuales sostenían improvisados letreros en hojas, en contra del candidato y su partido
"Cómplice del Fobaproa", le reclamaron sobre el rescate bancario y cuya deuda --que hoy es de casi 100 mil millones de dólares-- aprobó él como presidente del PAN; sin embargo, hoy se dijo dispuesto a respaldar una comisión de la verdad, como propone López Obrador
Equívoco, Calderón se trató de escabullir del entuerto diciendo que medias demagógicas condujeron al problema del Fobaproa y hasta se dio el lujo de decir que está de acuerdo en reabrir el expediente de saqueo al patrimonio de los mexicanos; y lanzó una puya al candidato perredista:
"¿Andrés Manuel propone dejar de pagar eso? No", deslizó; y perfiló una respuesta para condenar el despilfarro, sin mencionar jamás que del saqueo no hay un solo responsable en la cárcel
Calderón volvió al estrado, seguido de un enjambre de fotógrafos, y se allegó un letrero en papel, dibujado por recomendación de Solá: "Yo también traigo la mía", dijo y mostró su cartón: "Te respeto y creo en la pluralidad", decía de manera improvisada
Era apenas el comienzo de un encuentro pasional, ahí donde una "célula" del PAN sucumbió a un estudiantado mayoritariamente adverso y donde Calderón, pese a su sonrisa, exhibió palabras de desprecio
Cuando un muchacho, durante su intervención, exhibió un cartel para reclamarle la falta de cumplimiento de las promesa de Vicente Fox, Calderón no se aguantó: "Luego hacemos el juego de cartones, compañerito", le dijo
El muchacho quiso hacer una pregunta, y el candidato casi gritó, para ignorarlo: "¡Sale, compadrito!"
Tuvo otras expresiones en un tono que intentó ser cordial, como "mi estimado" o "amigo", sobre todo cuando el jefe de una "célula" del PAN, Luis Rolando Trejo, se apoderó del micrófono para hacerle una pregunta Calderón lo interrumpió y lo conminó a dejar escuchar otra pregunta: "Vamos darle chance a la contra"
La "contra" que Calderón enfrentó puso nerviosas a las autoridades del plantel, que custodiaron a quienes, de manera ostensible, pretendían exhibir cartulinas o hacer uso de la palabra No lo lograron porque, en cada uno de los rincones del auditorio, brotaba una expresión, oral o escrita
Calderón capoteó las inconformidades y hasta sus colaboradores decían que se creció al castigo y logró persuadir a un auditorio que, si bien mayoritariamente simpatizante de López Obrador, logró al final un aplauso importante
No era casual: los seguidores de Calderón coparon, desde el principio, las primeras filas del auditorio, pero no lograron aplastar la rebeldía de quienes estabas detrás de ellos
Calderón se esmeró, como en ninguna otra ocasión a lo largo de casi un mes de campaña, de convencer a los jóvenes de que la suya es la mejor propuesta política
Les habló de que el mercado no lo puede todo, sino que el Estado debe tener una acción rectora y rectificadora, que es preciso que el gobierno atienda los asuntos sustantivos de educación, salud y bienestar, mientras que el mercado haga coinversiones en materia energética
Calderón habló largo, amplio y explícito sobre su proyecto de gobierno, siempre ante un auditorio escéptico y hasta hostil que no dejó de serlo ni cuando se marchó luego de responder 13 preguntas
Repentinamente, se despidió cuando había decenas de manos levantadas pidiendo la palabra Se marchó
"¿Por qué da la espalda? Usted habla de legalidad, pero qué opina del caso de los hijos de Marta Sahagún?", le gritó, sin éxito, Héctor Hernández, estudiante de Mercadotecnia
Calderón ya no lo escuchó Iba de prisa hacia la salida