Reactiva el PRI en Tabasco a los camisas rojas

jueves, 23 de marzo de 2006 · 01:00
* Busca impedir que "la izquierda", con AMLO, gane la Presidencia Villahermosa, Tab , 22 de marzo (apro)- A fin de impedir que "la izquierda" gane la Presidencia, y de paso rescatar a Roberto Madrazo del "sótano" de las encuestas, apareció en Tabasco el movimiento ciudadano camisas rojas, a semejanza del grupo paramilitar creado por el exgobernador Tomás Garrido Canabal en los años veinte En conferencia de prensa, el coordinador estatal de la nueva agrupación, Martín Javier Báez, insistió en que Madrazo puede ganar la Presidencia aun cuando se encuentre en segundo lugar de las encuestas, por abajo del puntero Andrés Manuel López Obrador y en virtual empate técnico con Felipe Calderón, abanderados de la coalición PRD-PT-Convergencia y del PAN Explicó que para "posicionar" electoralmente al abanderado de la Alianza por México, los camisas rojas pretenden "despertar" al electorado para evitar el abstencionismo e impedir "que la izquierda gane la Presidencia, con López Obrador a la cabeza, como está sucediendo en América Latina "Hay muchos electores perdidos en discusiones estériles, y queremos que la gente vea que el proyecto de Madrazo es viable", indicó el líder de los nuevos camisas rojas, grupo que, afirmó, en breve abrirá una delegación en Oaxaca, después de la anunciada hoy en Tabasco "Sólo él (Madrazo Pintado) nos garantizará bienestar social, y vamos a visitar todos los estados para conformar movimientos de camisas rojas", anunció Los camisas rojas fue un grupo paramilitar creado por Tomás Garrido Canabal, el Sagitario Rojo que por quince años ejerció un férreo cacicazgo político en Tabasco, desde principios de 1920 hasta poco más allá de la mitad de los treinta Uno de los principales objetivo de los camisas rojas fue "desfanatizar" a la gente de su credo religioso Durante el garridismo se cerraron templos, se quemaron santos y se persiguió y expulsó a los curas de Tabasco Carlos Alberto Madrazo Becerra, padre del candidato presidencial de la alianza PRI-PVEM, era uno de los principales jefes de los camisas rojas en el Distrito Federal cuando sucedió la matanza de un grupo de católicos en Coyoacán, perpetrado por este grupo paramilitar el 30 de diciembre de 1934 En su libro Trópico Rojo, Enrique Canudas Sandoval relata que, al filo de las diez de la mañana de ese día, "un contingente de marciales y uniformados camisas rojas" celebraba un mitin frente a la iglesia de La Conchita en Coyoacán, a la cual concurría regularmente el antigarridista y delegado político en esa demarcación, Aarón S Clotario Margalli En la plaza de la Conchita, sobre una cruz de piedra, los camisas rojas colgaron una bandera y un retrato de don Clotario Ante el bullicio antirreligioso creado en el exterior de la iglesia, los feligreses empezaron a salir del templo con reclamos a los activistas e, "instigados por el párroco", los católicos "atacaron al grupo juvenil roji-negro" Los también llamados Bloque de Jóvenes Revolucionarios hicieron uso de sus armas en contra de los feligreses, con saldo de cinco muertos y varios heridos "En esa época dirigía el Bloque de Jóvenes Revolucionarios de la Ciudad de México el joven Carlos Madrazo, Agapito Domínguez Lacroix y Antonio Ocampo Ramírez", todos ellos empleados de la Secretaría de Agricultura y Fomento que dirigía Tomas Garrido Canabal en el gobierno de Lázaro Cárdenas, después de dejar el gobierno de Tabasco, reseña Canudas Sandoval en Trópico Rojo La policía capitalina detuvo a más de 50 camisas rojas en la penitenciaría del Distrito Federal Garrido se encontraba en Villahermosa, a donde había volado para asistir al cambio de poderes locales Hasta allá fue informado de los terribles sucesos y de que un importante contingente de vecinos coyoacanenses, apoyados por la multitud católica, se habían dirigido a la casa del presidente Cárdenas, en San Ángel, "para exigir justicia y tranquilidad, formulada ya en una frase": destitución de Garrido como patrocinador de los camisas rojas Garrido voló precipitadamente de regreso al DF y, por su intervención, "los camisas rojas fueron saliendo de la cárcel en los días siguientes" Al citar testimonios de Amado Alfonso Caparroso, secretario privado de Garrido, Canudas Sandoval cuenta que el mismo día de su llegada al DF, y después de abandonar la penitenciaría donde visitó a los camisas rojas detenidos, Garrido se dirigió a su despacho y redactó su renuncia al cargo de secretario de Agricultura, asumiendo la responsabilidad de los actos de sus subalternos y "amigos que prestan sus servicios en la dependencia a mi cargo" Cárdenas no le aceptó la renuncia, y le reiteró al Sagitario Rojo ampliamente su confianza

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