Tuxtla Gutiérrez, Chis , 5 de diciembre (apro)- El obispo Felipe Arizmendi fustigó hoy los cincuenta años de "culebrones" producidos por la empresa Televisa: aseguró que las telenovelas "han influido mucho en el libertinaje sexual de adolescentes, jóvenes e incluso adultos" El obispo de San Cristóbal de las Casas consideró que el alto contenido nocivo de las telenovelas afecta a los niños mexicanos "Poco a poco van pervirtiéndolos y terminan siendo malas personas", dijo Sostuvo que cuando "son tan repetitivas las escenas eróticas, con sus tonos más o menos subidos, se necesita tener mucha madurez espiritual para no sentir el atractivo de hacer lo mismo que se ve en la pantalla" Arizmendi Esquivel recordó que "la empresa Televisa está celebrando cincuenta años de producir telenovelas Yo no tengo tiempo para verlas, pero en las poquitas escenas que me toca ver, antes de que inicien los noticieros, descubro una serie de valores y contravalores que son necesarios discernir Me preocupa cuánto influyen en los criterios y actitudes" de las personas "Actores, productores y dueños, deberían preguntarse si sus programas son acordes con la moral inspirada en el Evangelio, o concesiones a las debilidades humanas e incitaciones al pecado Si sus criterios se fincan sólo en la ganancia económica o en el aplauso fácil de las masas y de sus congéneres", arremetió el obispo Narró que en una población indígena remota se dio una discusión sobre si accedían a que llegara la luz eléctrica Algunos argumentaban preocupados que con el servicio también entraría la televisión, y tarde o temprano cambiarían sus costumbres Así mismo, dejarían de ir a las asambleas y a las celebraciones religiosas e imitarían estilos de vida contrarios a sus tradiciones "Ya tienen luz y los cambios no se han dejado esperar, para bien y para mal Muchos juzgarán absurdas sus razones, pero en el fondo es válida su preocupación", expuso el líder religioso Sin embargo, reconoció que en estos días de inundaciones en Tabasco y Chiapas también se aprecia cuánto ha hecho la televisión para suscitar la solidaridad del pueblo mexicano, un valor nada despreciable, concedió