Tuxtla Gutiérrez, Chis , 23 de febrero (apro)- La coordinación estatal del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) exigió que el exgobernador Julio César Ruiz Ferro y el exprocurador Jorge Enrique Hernández Aguilar rindan cuentas por la detención ilegal, tortura y ejecución extrajudicial del campesino Reyes Penagos Martínez En un comunicado, el FNLS --integrado por diversas organizaciones sociales de Chiapas-- recordó que el martes pasado el actual gobernador y la Fiscalía General del Estado admitieron explícitamente que exfuncionarios que ocuparon cargos públicos en 1995 cometieron violaciones graves a los derechos humanos, tales como detenciones ilegales, tortura y ejecución extrajudicial, al tiempo que ofrecieron disculpas, en nombre del Estado, a las víctimas de estos abusos Al respecto, el FNLS dijo que este caso fue retomado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, gracias a la presión y difusión realizada por las organizaciones sociales, y que la inusual declaración emitida por el actual gobierno no se dio por sí sola, sino que fue producto de la presión ejercida desde la mencionada CIDH Reyes Penagos, recordó el FNLS, era un luchador social y exdirigente de la Unión Campesina Popular Francisco Villa (UCPFV): "Fue asesinado mediante torturas que le aplicaron agentes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, quienes entre otras brutalidades le cortaron el pene, le quemaron todo el cuerpo y lo despellejaron vivo con pinzas Cabe recordar que en esos momentos el procurador a cargo de la PGJE era Hernández Aguilar" "Les señalamos al gobernador Juan Sabines y al fiscal Mariano Herrán Salvatti, que el perdón que han pedido en nombre del Estado no debe ser únicamente para las víctimas y sus familiares, sino también para la UCPFV, organización a la que se intentó aniquilar a través de este cobarde crimen y de toda la represión y terrorismo de Estado que cayó sobre sus militantes", dijo el FNLS Recordó que el saldo de agravios a esta organización es "dos desaparecidos; cuatro ejecutados por pistoleros de los caciques Orantes y del finquero alemán dueño de la finca Liquidámbar, Lauren Huckler; otros campesinos más que aparecieron por los caminos, hechos pedazos a machetazos; decenas de presos políticos, cuatro de ellos que aún permanecen en las mazmorras de Villaflores"