Muere el inmolado; Fidel se escabulle
JALAPA, Ver , 1 de octubre (apro)- El dirigente de la Comisión Pro Defensa de los Derechos Humanos de la Sierra de Soteapan, Ramiro Guillén, murió la mañana de este miércoles en un hospital a consecuencia de las quemaduras que se provocó él mismo al pretenderse fuego el día anterior, en protesta por la indolencia del gobierno de Fidel Herrera para solucionar un viejo problema agrario
Guillén Tapia se roció con gasolina y se prendió fuego en la plaza Lerdo, frente al Palacio de Gobierno, en donde la organización que encabezaba llevaba a cabo una manifestación
A pesar de que paramédicos de la Cruz Roja actuaron con prontitud y lo trasladaron al hospital "Luis F Nachón", ubicado a dos cuadras de la sede del gobierno estatal, el hombre de 66 años falleció a las 9:40 horas
En conferencia de prensa, Melitón Toledo, director del hospital, explicó que Guillén presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en 70% de su cuerpo y que falleció de un paro cardiovascular
Comentó que ese tipo de lesiones "son incompatibles con la vida" y refirió que Guillén Tapia ingresó al hospital con desequilibrio hídrico, lo que le provocó un choque
Instantes después de prenderse fuego, el dirigente de los popolucas justificó su actitud y dijo que estaba dispuesto a entregar su vida con tal de alcanzar una respuesta a sus demandas
En respuesta, el gobierno de Fidel Herrera aseguró que la demanda de los campesinos para destraba un conflicto de tierras en el ejido de Ocosotepec avanzaba en coordinación con la Secretaría de la Reforma Agraria
Desde hace cuatro años los campesinos de Ocozotepec comenzaron un movimiento en pro de la legalización de 250 hectáreas que disputan con ejidatarios de esa comunidad ubicada al sur de la entidad
El martes, horas antes de inmolarse, el dirigente campesino declaró a la prensa local que ese día habían sido citados por las autoridades estatales para firmar el convenio que daría fin al conflicto agrario, sin embargo, la audiencia fue cancelada de última hora
En tanto el secretario general de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, intentó deslindar a las autoridades estatales de cualquier responsabilidad en la muerte del líder campesino
En conferencia de prensa, Pérez Escobar dijo que el acto de inmolación de Guillén Tapia fue "una decisión personal, y nosotros no tenemos ninguna responsabilidad en ella, ya que el gobierno del estado solamente funge como intermediario en ese conflicto"
El gobierno del estado de Veracruz, respondió que "lamenta profundamente la muerte de este luchador social, quien acompañado de 42 campesinos que desde hace 20 años están en posesión de 250 hectáreas del Ejido Ocozotepec, hubiera tomado tal determinación"
Después de trascender el deceso del líder indígena, el gobernador canceló todas sus actividades en Jalapa, con el argumento de que atendería la emergencia provocada por las intensas lluvias de los últimos días
Por separado, el arzobispo de Jalapa, Hipólito Reyes Larios, lamentó la muerte del campesino, hecho que consideró "una llamada de atención para que las autoridades tengan oídos abiertos y los ojos bien opuestos a lo que pasa en la realidad"
Dijo que ese hecho no debe considerarse un "suicidio", sino un "acto de tremenda desesperación"