MÉXICO, D F, 7 de agosto (apro)- El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto y el obispo de Nezahualcóyotl, Carlos Garfias Merlos, se manifestaron a favor de que sea aplicada la pena de muerte a quienes cometan delitos graves como el secuestro "Se pueden imponer penas de muerte, cadenas perpetuas, muchos años de prisión, pero lo importante, aseguró, es que se apliquen, cualquiera que sea la pena", señaló el gobernador mexiquense Por su parte, el titular de la Diócesis de Neza afirmó que "en casos graves", como es el secuestro, la Iglesia católica apoya la aplicación de la pena de muerte Después de reprobar "toda forma de delincuencia", Garfias Merlos reiteró que "la Iglesia, en un momento dado, acepta, en el caso de delitos graves las penas más fuertes, como puede ser la cadena perpetua, o también la pena de muerte" Insistió que a los secuestradores se les debe de aplicar la pena máxima para que se den cuenta realmente de la gravedad del delito que cometen A su vez, el gobernador Enrique Peña Nieto, aclaró que el endurecimiento de las penas no es la solución para abatir la inseguridad ni para acabar con la delincuencia Reiteró que "se pueden imponer penas de muerte, cadenas perpetuas, muchos años de prisión, pero lo importante es que se apliquen, cualquiera que sea la pena"