OAXACA, Oax. (apro).- Después de 17 meses de permanecer en el zócalo de esta ciudad, alrededor de 250 indígenas triquis levantaron su campamento de desplazados e iniciaron el retorno a San Juan Copala, pese a no contar con el aval del gobierno del estado. Mientras tanto, en la región triqui se estableció un bloqueo carretero entre Yosoyuxi y San Juan Copala, lo que obligó a la Secretaría de Seguridad Pública a desplazar a sus elementos a la zona para evitar hechos de violencia. La caravana de desplazados de la región triqui arribó esta noche a la ciudad de Tlaxiaco, donde los alcanzó una comisión de gobierno encabezada por la comisionada de derechos humanos, Eréndira Cruz Villegas, para negociar y convencer a los desplazados a esperar hasta el lunes 20, a fin de generar las condiciones de seguridad para un retorno seguro. No obstante, los desplazados identificados con el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI) no aceptaron la propuesta gubernamental y siguen empeñados en continuar su itinerario hasta llegar a San Juan Copala. El secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, reiteró el llamado a las autoridades municipales, organizaciones sociales y personas desplazadas de la región triqui para continuar con los mecanismos de diálogo y reconciliación, a fin de que regrese la estabilidad social a su comunidad. Asimismo, reconoció la voluntad de los pueblos triquis de atender el llamado del gobernador Gabino Cué Monteagudo para firmar el Acuerdo de Paz y Concordia de la Zona Triqui. Sin embargo, el acuerdo de paz quedó trunco porque los representantes del MULTI, Reyna Martínez Flores y Marcos Albino Ortiz, se negaron a firmarlo, debido que a los integrantes de la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) condicionaron el retorno de los desplazados a una serie de reglas, entre otras, que se realice a partir del 20 de marzo y que sea paulatino, es decir, que cada 15 días regrese una familia. Los desplazados cuestionaron al gobierno del estado por sentar en la mesa de negociación a “asesinos”, y Martínez Álvarez aclaró que el llamado a la reconciliación de ninguna manera significa borrón y cuenta nueva. Por el contrario, subrayó, vamos a aplicar la ley y garantizar la justicia para las personas y familias que han sido afectadas, agredidas y dañadas en sus derechos. “Nosotros no estamos conociendo o desconociendo liderazgos, eso es un asunto muy interno, pero sí es muy importante que la relación y comunicación surja entre el pueblo y las autoridades que han tenido la voluntad de reconocerse”, señaló. Finalmente, destacó que la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca contribuye a tender puentes para que las familias desplazadas retornen a sus comunidades lo más pronto posible, por lo que una vez más reiteró el llamado a estas personas a conducirse con prudencia y responsabilidad, y esperar a que existan todas las condiciones para su regreso. Los desplazados desoyeron esta postura y a las 13:00 horas levantaron su campamento, realizaron una marcha y abordaron dos autobuses y cinco camionetas de transporte público para retornar a su comunidad. El ombudsman oaxaqueño, Heriberto Antonio García, abogó por  acercar a las partes y definir una fecha  más cercana para el retorno de los desplazados. Además, se ofreció a estar presente en la asamblea comunitaria que se realizará en San Juan Copala el próximo domingo 29, con el fin de analizar esta propuesta y que se garantice el regreso de los desplazados en la primera quincena de febrero próximo, en condiciones de seguridad y dignidad. Antes de partir, la vocera de los desplazados, Reyna Martínez Flores, aseguró que por decisión de su asamblea decidieron regresar a su región, con una escala en Yosoyuxi, dependiendo de la hora, para luego analizar su ingreso a San Juan Copala. La caravana es apoyada por activistas de San Salvador Atenco como Ignacio del Valle; el líder de Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad (Vocal), David Venegas, y gente de “La Otra Campaña”.