GUADALAJARA, Jal. (apro).- En menos de una semana se reporta una nueva fuga de reos en la entidad, luego de que al filo de la medianoche del martes anterior dos presos escaparon de la cárcel municipal de Cihuatlán, en la región Costa Sur. Apenas el jueves pasado, otros tres presos lograron huir del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Puente Grande. Los prófugos son Mario Alberto Téllez, quien purgaba una sentencia por robo calificado, y Benjamín Fonseca González, preso por homicidio. Según la declaración de Matías Jiménez, director de Seguridad Pública de Cihuatlán, ese penal opera como cárcel regional y sus instalaciones se encuentran totalmente rebasadas en relación con el número de internos recluidos en ese lugar. En entrevista, el jefe policiaco indicó que la infraestructura instalada es para atender a 38 presos, pero en el lugar se encuentran recluidas más de 117 personas, por lo que se deduce que la sobrepoblación es cercana a 300%. Matías Jiménez sostuvo que la juez en materia penal radicada en la región, Elena Rodríguez Martínez, lejos de promover los traslados de presos considerados de alta peligrosidad a un Centro Integral de Justicia Regional, impide esa acción y ubica en condición vulnerable a los responsables del penal. Mario Alberto Téllez y Benjamín Fonseca evadieron la vigilancia del reclusorio a las 23:50 horas y lograron escapar por la azotea del inmueble, sin que fueran descubiertos por los guardias de seguridad. Fonseca ya había intentado escapar en agosto pasado, pero fue sorprendido en el intento. Los reos huyeron de la cárcel municipal y tuvieron tiempo de llegar a un negocio en donde –según algunos testigos– lograron retirarse de territorio jalisciense a bordo de un auto de alquiler, con rumbo al municipio de Manzanillo, Colima, debido a que esa población hace frontera con Cihuatlán.