Aprietan cinturón a Yucatán tras concluir gobierno de Ivonne Ortega
MÉRIDA, Yuc. (apro).- Apretadas las finanzas por las deudas que dejó su antecesora Ivonne Ortega Pacheco, el gobernador Rolando Zapata Bello dio a conocer hoy su “Programa de ajuste financiero y nueva cultura de austeridad pública”.
Para empezar, en su primer día hábil como gobernador de Yucatán, Zapata Bello decretó el congelamiento de todas las partidas y disponibilidades presupuestales, “salvo las esenciales de nómina y servicios básicos”, bajo un programa denominado “Presupuesto base cero”.
El mandatario también enlistó una serie de medidas “esenciales y apremiantes” para la reducción y control del gasto corriente del gobierno, particularmente en los rubros referentes a servicios personales, contratación de asesorías, servicios de consultoría y materiales y suministros.
La contratación de cualquier personal eventual o de honorarios dejará de estar a discreción de las dependencias o entidades, además, a partir de hoy todos los titulares de entidades o dependencias, con personal en condición de comisión o suplencia, deberán reportar de inmediato sobre este rubro a la Oficialía Mayor y acordar con la misma las medidas pertinentes para su regularización.
Anunció también la suspensión de las compensaciones y estímulos para el personal de carácter administrativo y de la prestación de gastos de representación a todos los mandos superiores del gobierno.
También, la restricción en la asignación de líneas de telefonía celular, limitándolas estrictamente a los servidores públicos cuyas funciones hagan indispensable su uso, además de que “ningún servidor público podrá tener más de una línea; y se establecerán cuotas reducidas para este servicio y cualquier cargo excedente será responsabilidad del funcionario”.
La asignación de gasto de combustible se centrará en aquellos servidores cuyas funciones impliquen labores de desplazamientos sustantivos, y no podrá utilizarse como esquema de prestación laboral, además de que se establecerán nuevas reglas para el uso del parque vehicular y garantizar que los vehículos públicos, todos, sin excepción, sean utilizados sólo para fines públicos.
Asimismo, dijo que se revisará, reducirá y establecerán “límites claros a todo gasto en publicidad, promoción, difusión y comunicación”; y en ese sentido añadió que todos los eventos y giras del gobernador serán estrictamente de inspección y trabajo, lo que significará una reducción sustantiva en la logística y protocolo de los mismos.
Se suspende la entrega de obsequios con motivo de asuntos de carácter institucional, orden ceremonial o relaciones públicas y los reconocimientos que se entreguen se orientarán hacia los aspectos simbólicos de los mismos.
Las reuniones de trabajo y los eventos necesarios para el desarrollo de las funciones de cada dependencia y entidad, se llevarán a cabo en instalaciones propias del sector público, salvo las excepciones expresamente autorizadas por la Oficialía Mayor.
En materia de viajes, todo funcionario deberá justificar rigurosamente el motivo y valor público de su diligencia, así como reportar los resultados del viaje realizado. En ningún caso se autorizará el pago de hoteles de lujo o transportación distinta a la de clase económica.
“Este no es un plan por tres meses o por un año, es un plan para la totalidad de mi gobierno”, aclaró el nuevo mandatario al dar a conocer su proyecto ante representantes de los diferentes sectores.
“Es mi obligación abordar de manera inmediata, en el primer día hábil de mi administración, uno de los temas que más interesa y, en algunos casos, preocupa a la sociedad en su conjunto. Me refiero a la situación financiera general de la administración pública de Yucatán”, dijo.
Zapata Bello aseguró que recibió “un gobierno con finanzas estables, no con finanzas boyantes, ni con gran margen de maniobra; sin embargo, tampoco son finanzas en situación crítica”.
“Son finanzas estables que, en cualquier caso, requieren de medidas correctivas y de un ajuste estructural para que la administración pública pueda hacer frente a dos retos principales: primero, hacer más efectiva la labor de gobierno y mejorar sustantivamente la calidad del gasto; y segundo, se requieren ajustes de fondo para que mi gobierno tenga la capacidad financiera para hacer valer cada uno de los 227 compromisos que he presentado”, explicó.