Cada tercer día es agredido un activista en Oaxaca: Educa

jueves, 6 de diciembre de 2012 · 20:39
OAXACA, Oax. (apro).- Cada tres días, un activista comunitario es víctima de actos de violencia en Oaxaca, de acuerdo con el estudio “Diagnóstico sobre agresiones a defensores y defensoras comunitarias y el papel de los organismos públicos de derechos humanos en Oaxaca 2012”. El documento fue elaborado por la organización Servicios para una Educación Alternativa Educa, que este jueves lo dio a conocer en una conferencia de prensa. De acuerdo con el diagnóstico, en 320 días de este año --de enero al 16 de noviembre pasado--, se registraron 120 actos de violencia en contra de defensores y defensoras de derechos humanos, de su territorio, sus recursos naturales y su tejido comunitario. Las agresiones van desde el hostigamiento hasta las agresiones físicas, incluida la muerte. La organización consideró que la tensión social existente en el estado, los conflictos agrarios y políticos, el deterioro del tejido social, la marginación y pobreza, configuran un escenario peligroso y desafiante para el trabajo de todas aquellas personas defensoras comunitarias. La realidad es que “Oaxaca representa un modelo de una lucha comunitaria organizada en la defensa de los derechos humanos. Todo esto hace que Oaxaca sea nuevamente el experimento, tierra fértil para que las y los defensores sean quienes ocupen un lugar central en los cambios que propicien el respeto y reconocimiento de los derechos humanos”, señaló Educa. En el diagnóstico la organización hace hincapié en que “la omisión del Gobierno ante violaciones fragrantes por parte de las mismas autoridades estatales o municipales, de caciques regionales o bien de empresas privadas que invierten en territorio oaxaqueño, genera una grave situación que hace más compleja esta realidad”. Lamentablemente, quienes están en una situación más vulnerable son las personas que defienden su comunidad, pues son los que enfrentan de manera más directa los abusos de poder de las autoridades municipales, quienes son las que más violentan los derechos humanos en el estado, indica el documento. Además, están a merced de los poderes fácticos: caciques locales o bien a los actores regionales que apoyan proyectos de inversión afectando sus territorios y recursos naturales. Menciona que las y los defensores comunitarios se encuentran solos ante sus agresores porque el mismo gobierno estatal se ha aliado a los poderosos inversionistas o bien a esas viejas familias caciquiles que han gobernado de facto diversas regiones del estado de Oaxaca. También considera que “la criminalización del trabajo de las y los defensores esconde un tipo de racismo porque hay un ambiente tendiente a estigmatizar al luchador social sólo porque no acepta pasivamente las cosas (y) se ha generalizado la idea de que quienes se oponen a una noción de ‘desarrollo’ es porque se oponen al progreso y ‘alguien que está en contra del progreso es nocivo para el país’; no se observa al defensor como una persona que defiende derechos”. Respecto al actual periodo de alternancia política en Oaxaca, Educa señaló que “da la impresión de que existe voluntad política del gobierno estatal para que se transversalice (sic) el enfoque de derechos humanos en toda la administración pública”. Sin embargo, la agenda de los derechos humanos aún no logra afianzarse como una prioridad para los funcionarios, ya que muchos servidores públicos lo consideran como una actividad secundaria a sus tareas públicas. “No es suficiente la buena disposición de un gobernante, es indispensable una acción de estado en la que se comprometa todo el sector público”, puntualiza el documento. Finalmente, destaca que “no es fácil entender y actuar en un escenario caracterizado por un nuevo gobierno que ha hecho suya la agenda de la sociedad civil, en medio de un estado convulso donde, de alguna manera, se observan signos graves de violaciones a los derechos, situación a la que el gobierno no pone freno”.

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