Realizará Semarnat consulta pública sobre proyecto minero
XALAPA, Ver. (apro).- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) realizará este miércoles 22 una consulta pública para brindar información sobre el proyecto minero Caballo Blanco, que promueve la empresa CANDYMIN S.A. de C.V.
La delegación de la Semarnat en Veracruz convocó a organismos no gubernamentales e instituciones interesadas en el medio ambiente a participar en el foro público que se realizará en Alto Lucero “para analizar y exponer los pros y contras del proyecto”.
La reunión pública de información se celebrará en los términos que marca la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y su reglamento en materia de evaluación del impacto ambiental, aseguró la dependencia.
La explotación de la mina a cielo abierto por parte de la empresa CANDYMIN S.A. de C.V., de origen canadiense, ha sido rechazada por grupos ambientalistas, académicos y especialistas en la materia, por considerar que el proyecto minero devastará gran parte del entorno ecológico de la zona.
Según el Colectivo de Especialidad de Arqueología del Centro INAH-Veracruz, al analizar el proyecto que Gold Group –a través de CANDYMIN y Minera Cardel S.A. de C.V.– pretende realizar en los municipios de Alto Lucero y Actopan para establecer una mina de extracción de oro, “sus trabajos de exploración ya han devastado gran parte del cerro de La Paila”.
De acuerdo con los especialistas, el área de 19 mil 600 hectáreas que abarca el proyecto “ha sido una importante zona de ocupación humana desde tiempos remotos. Durante la época prehispánica la región estuvo densamente poblada, y de ello dan cuanta los múltiples vestigios arqueológicos”.
En la zona donde se pretende construir la mina a cielo abierto, detallaron, existen sitios monumentales prehispánicos y zonas habitacionales “que indican el uso ritual y estratégico de los cerros, al constituir un corredor comercial entre las poblaciones de la costa del Golfo y el centro de México, así como del norte y sur de Mesoamérica”.
En una carta pública, los investigadores del Centro Veracruz del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) apuntaron: “Basta señalar la zona arqueológica de Quiahuiztlán con sus características tumbas, únicas en el mundo.
“Los procedimientos de extracción de una minera a cielo abierto implican el uso de grandes cantidades de cianuro, explosivos y agua para convertir en polvo las montañas y extraer el mineral, por lo que resulta inminente la devastación que causará un proyecto de tal magnitud a la geografía, flora, fauna y vestigios arqueológicos que se encuentran dentro de la zona”.
Por ello, subrayaron que ante el grave impacto que tendría este proyecto sobre el patrimonio cultural arqueológico, de cuya protección son institucionalmente responsables, “nos permitimos manifestar nuestro total rechazo a los trabajos de exploración que se llevan a cabo para establecer dicha mina”.
Los arqueólogos del INAH conminaron a las dependencias encargadas de otorgar los respectivos permisos –en este caso la Semarnat y la Secretaria de Economía-- “para que expresen su negativa a la realización del proyecto Caballo Blanco, por las graves afectaciones que desencadenará para el medio ambiente y la salud de las poblaciones aledañas”.
En tanto, La Vida –colectivo que agrupa a diversas organizaciones civiles dedicadas a la defensa del medio ambiente– reiteró su rechazó al proyecto minero debido a que su explotación puede generar desequilibrios ecológicos graves, daños a la salud y a los ecosistemas de la zona.
Tras recordar que solicitó a la Semarnat la realización de una consulta pública sobre el tema, reiteró que este proyecto se trata de una industria de alto riesgo en la que se pretenden usar más de 15 toneladas diarias de explosivos, y el material removido expuesto, agregó, liberará metales pesados como arsénico al medio ambiente, en el aire y el agua.
Según el colectivo, “esta industria usará entre tres y cinco millones de litros de agua al día, además de cianuro, una sustancia tóxica altamente peligrosa, ya que es letal, y eventualmente podría ocasionar la contaminación de los mantos freáticos de los acuíferos de Actopan y la planicie costera, lo que afectará la vida, actividad productiva y turística de la zona”.