XALAPA, Ver. (apro).- El gobernador Javier Duarte de Ochoa ordenó a las secretarías de Finanzas y de la Contraloría “revisar la situación financiera” de la Tesorería y en el Instituto de Pensiones del estado. Luego de nombrar a Antonio Tarek Abdala Saad, como nuevo tesorero de la Secretaría de Finanzas (Sefiplan), y Armando Adriano Fabre, en el Instituto de Pensiones, el gobernador dio la orden con el argumento de “continuar con la transparencia” y para que los funcionarios “actúen en orden”. Abdala Saad sustituye a Vicente Benítez, quien “renunció” al cargo tras el escándalo de los 25 millones de pesos asegurados por la PGR el 27 de enero pasado. El cargo estaba acéfalo desde el pasado 30 de enero, luego de la dimisión de Benítez presionado por el escándalo que provocó la detención de dos subalternos de la Secretaría de Finanzas que no supieron explicar a las autoridades federales el destino y origen de los 25 millones decesos en efectivo que transportaban en un avión del gobierno estatal. El 27 de enero pasado elementos de la Policía Federal detuvieron a los dos funcionarios en el aeropuerto internacional de Toluca, Estado de México, a quienes se les aseguró dicha cantidad. El dinero quedó a disposición de la PGR y hasta la fecha el gobierno estatal no ha podido recuperarlo. En el mismo evento Duarte designó al nuevo director del Instituto de Pensiones del estado, Armando Adriano Fabre, en sustitución de Gonzalo Morgado Huesca. Luego de anunciar estos cambios, el gobernador instruyó a los titulares de Contraloría del estado, Iván López Fernández, y al de Finanzas, Tomás Ruiz González, “a revisar la situación financiera y administrativa de las dependencias donde se llevaron a cabo los relevos. Dijo que estas acciones “están encaminadas a cumplir y a permitir la transparencia de su administración y para que los funcionarios actúen en orden, eficacia y den resultados.