Cinco pescadores naufragan en alta mar y viven para contarlo
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Cinco pescadores naufragaron en alta mar por más de 24 horas cuando su embarcación fue azotada por las fuertes marejadas provocadas por la tormenta tropical Norman, en la localidad La Reforma, municipio de Angostura, Sinaloa.
A pesar de las peticiones de ayuda, la Marina no acudió en su auxilio, relataron los sobrevivientes al diario El Debate.
Los pescadores zarparon poco antes del amanecer del viernes en su embarcación bautizada como La Lobo, al mando de Manuel de Jesús Castro Arenas.
Los cinco tenían la expectativa de que fuera un buen día de pesca, pues en los anteriores habían tenido baja captura.
Sin embargo, las cosas no salieron como lo habían planeado ya que a media mañana recibieron la alerta de que una tormenta azotaría la zona, por lo que decidieron recoger sus artes de pesca y regresar.
Al parecer la mala suerte los acompañaba porque casi a medio camino el motor de la embarcación sufrió una descompostura y para rematar las marejadas empezaban a ser más fuertes. Estaban varados.
Al ver que el motor no encendía, los pescadores anclaron la embarcación pero la turbulencia provocó que el ancla se desprendiera y permanecieran a la deriva durante más de cinco horas a una altura de 14 brazas, quedando a casi 100 kilómetros de distancia de la costa del campo pesquero La Reforma.
Aunque pidieron auxilio a la Marina y las guardias costeras, sus llamados quedaron sin respuesta concisa. Aparentemente nadie podía hacer nada.
Las capitanías de puerto en Altata y Mazatlán prometieron apoyo la misma tarde pero el auxilio nunca llegó.
La Marina envió una lancha rápida al lugar de los hechos pero se descompuso antes de llegar a la embarcación. En las primeras horas del día siguiente prometió enviar otra, pero nunca llegó, según narraron los pescadores a El Debate.
Fueron los mismos compañeros de los náufragos quienes enviaron dos pangas con seis pescadores a bordo para buscarlos, poniendo en riesgo sus vidas.
Finalmente fueron ellos quienes trajeron de regreso a los pescadores, jalando la gran lancha y a lenta velocidad. Arribaron a la costa a las 14:00 horas del sábado.
Familiares y amigos los recibieron con aplausos, porras, llanto y gritos de alegría.
“Pensábamos que no la libraríamos, tuvimos mucho miedo y suerte, el mar se ensañó", comentaron conjuntamente los náufragos, quienes a pesar de la noche de terror que vivieron nunca flaquearon y tomaron la decisión de salir de aquello, según publica El Debate.
“Con todo respeto pido a La Marina que reconsideren su actitud y brinden apoyo, porque este fue un caso de vida o muerte”, dijo José Manuel Chenel Valenzuela, luego de agradecer a su Virgen del Cobre por el milagro de haber traído de regreso a los que llama, sus hermanos pescadores.