Madre despide a sus hijos muertos en el "Demolition Show"

martes, 15 de octubre de 2013 · 13:35
CHIHUAHUA, Chih., (proceso.com.mx).- Diez días después de permanecer en la funeraria, los cuerpos de los hermanos Julia Sophia y Diego Tarango Holguín, de siete y 11 años, respectivamente, fueron trasladados a la clínica Christus Mugerza Del Parque para que su madre, Adriana Holguín Rodríguez, quien se recupera en ese nosocomio, les diera el último adiós. El matrimonio formado por Adriana Holguín y Héctor Tarango Cereceres acudió el pasado sábado 5, junto con sus dos hijos, al evento Demolition Show, en esta ciudad, donde nueve personas perdieron la vida y 80 más resultaron heridas, luego de que el conductor de una camioneta "monster truck" que pasaba por encima de varios autos, listos para ser convertidos en chatarra, perdió el control e impactó contra los espectadores. Tras el accidente, Adriana Holguín, de 31 años de edad, resultó con heridas graves en la cadera y la columna, por lo que de inmediato fue intervenida en la clínica Christus Mugerza Del Parque, donde permanece en terapia intensiva. Los hijos del matrimonio murieron en el lugar de los hechos, y Héctor Tarango resultó con heridas leves. Los cuerpos de los hermanos fueron identificados por tíos, debido a que sus padres se encontraban hospitalizados. Héctor Tarango esperaba que su esposa fuera dada de alta para llevarla a la funeraria a despedirse de los dos pequeños, pero como su recuperación va muy lenta decidió trasladar los cadáveres hasta el nosocomio, donde finalmente la madre dio el último adiós a sus hijos, quienes serán sepultados mañana. En medio de un dispositivo de seguridad de la Fiscalía General del Estado, la carroza salió con los cuerpos de la funeraria Nuevo Amanecer, para llevarlos a la clínica. Diego y Julia Sophia nacieron en Carolina del Norte, Estados Unidos, igual que su mamá, pero su lugar de residencia estaba en esta ciudad. Las otras víctimas mortales del accidente son: Mariana Bernardina Chávez, de 53 años de edad; Héctor Renova Ortiz, de 31, y su hijo José Ángel Renova Piña, de 12; Paulina Santos Luna, de seis; María Cristina Baca Gámez, de 47; Guadalupe Chávez Sáenz, de 50, y Lilia Acosta Armendáriz, de 50 años de edad. José Ángel Renova Piña se acababa de graduar de la secundaria. El adolescente fue despedido con la banda de guerra de su secundaria, la 3065, y con sus compañeros del Pentatlón. Ángeles Piña Rodríguez, su madre, despidió a José Ángel y a su esposo con un brazo quebrado y una rodilla lastimada, mientras que su otro hijo, Joel Antonio, de ocho años de edad, se debate entre la vida y la muerte en terapia intensiva.

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