Líder campesina exige mayores derechos parcelarios para esposas o concubinas
COLIMA, Col. (apro).- Con el propósito de proteger la tierra como patrimonio de las familias campesinas, la presidenta del comisariado del ejido “Luis Echeverría”, Irma Leticia Rivera Acevedo, propuso reformar el artículo 17 de la nueva Ley Agraria para garantizar la preferencia de la esposa o concubina en la sucesión de derechos parcelarios en caso de la muerte del titular.
En entrevista con Apro, la dirigente campesina expuso que en un contexto en el que 85% de los ejidatarios del país son hombres, sólo la esposa o la concubina como sucesora preferente pueden garantizar que la tierra seguirá cumpliendo su fin social del sustento familiar.
Rivera consideró riesgoso que en la nueva Ley Agraria los legisladores hayan otorgado a los ejidatarios la facultad de designar a cualquier persona como sucesora de los derechos agrarios, pues “crearon una confusión e inseguridad económica que en la actualidad resulta negativa para el núcleo familiar”, dijo.
Explicó que como resultado del principio de indivisibilidad, actualmente los derechos agrarios quedan en manos de una sola persona y, “lo que es aún peor, en ocasiones de la persona menos indicada, la que no trabaja la parcela, que no tiene arraigo en la comunidad o que no la necesita para su manutención, violentando el precepto que establece que ‘la tierra es de quien la trabaja’ y propiciando su enajenación inmediata”.
En cuestión agraria, puntualizó, debe existir en la ley un orden de preferencia para la sucesión de derechos, pues a su juicio esto no puede ser manejado como si se tratase de materia civil, ya que “no hay que olvidar que la parcela ejidal es una materia especial”.
Recientemente la lideresa campesina presentó una propuesta en este sentido en el foro La familia en el campo: Análisis y propuestas para el fortalecimiento de los derechos agrarios de la mujer y la familia campesina, organizado por la senadora cenecista Mely Romero Celis.
Durante la entrevista, luego de aclarar que su propuesta es jurídica, no feminista, Rivera subrayó la importancia de que sea la cónyuge o la concubina la sea sucesora preferente en línea directa obligatoria de los derechos parcelarios, porque las mujeres campesinas, en su gran mayoría, apoyan al esposo en las labores del campo sin ningún sueldo o pago compensatorio –que sí reciben los peones–, en la apertura de las tierras, así como el despiedre y el destronque, quitando la maleza para dejarlas listas para el cultivo.
“Ellas desde siempre han estado participando en las explotaciones familiares agrarias, realizando un doble rol, entre lo rural y urbano; llevan a sus hijos a la escuela, los orientan y protegen, pero sin descuidar el campo para seguir viviendo”, subrayó.
De acuerdo con la dirigente ejidal, la mujer campesina está preparada para cualquier cambio de sentido de responsabilidad, pero sin el jefe de familia y sin la posibilidad de que ella sea la que asuma la gestión y la titularidad de la parcela, es un hecho que la familia se puede ir abajo.
Reconoció que la nueva Ley Agraria tiene una parte positiva y otra negativa, pero insistió en que una causa de la desintegración familiar en el campo es que al ejidatario le dieron amplias facultades para designar al heredero sin mediar orden de preferencia.
“Nunca he dicho que el varón no tenga derechos, al contrario, él los tiene en 85% en la actualidad, pues la titularidad de los derechos agrarios en ese porcentaje los tiene el varón y sólo 15% las mujeres, pero no sabemos si se trata de la esposa o concubina, porque también podrían ser las nietas o hijas, u otras mujeres ajenas a la familia”, expuso.
Irma Rivera sostuvo que con su planteamiento no se refiere al origen, sino a la sucesión, “es decir, de origen es el varón y en ausencia de éste que sea la esposa o la concubina la que quede como la titular de los derechos; lo anterior es una realidad social, por eso hago la propuesta, porque lo estoy observando y lo vivo socialmente por la función que tengo como presidenta del comisariado ejidal”.