CUERNAVACA, Mor. (apro).- Pese a la negativa del gobernador Graco Ramírez, el Ejército inició operativos de vigilancia en las colonias donde mayor número de delitos se comete en la capital, confirmó el edil de Cuernavaca, Jorge Morales Barud. El edil priista declaró que se acordó con la zona militar la conveniencia de recorridos por las calles y avenidas más peligrosas de la ciudad. “Se da en función de las necesidades de recorridos conjuntos. Yo espero que sean permanentes aunque es probable que puedan dejarse de prestar”, explicó Morales Barud. El secretario de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca, Víctor Hugo Valdez Ortiz, detalló que la 24 Zona Militar destinó toda una sección de soldados para patrullar, principalmente por la noche, las zonas más vulnerables. Informó que los patrullajes de Cuernavaca con militares se iniciaron el pasado lunes 25 de noviembre. El secretario de gobierno Jorge Messeguer Guillen insistió en que no es necesaria la presencia de la milicia. Sin embargo, aceptó que sólo acompaña las labores de la policía y “no reemplaza” sus labores. A inicios de noviembre, el gobernador Graco Ramírez juzgó innecesario pedir la intervención de la Marina o del Ejército para atender la seguridad pública, como lo exigían las cámaras empresariales y partidos políticos. “No me explico por qué algunos quieren todavía que venga el Ejército, la Marina. También, quizá, porque tenemos el Lago de Tequesquitengo”, ironizó el mandatario perredista. En respuesta a la mofa del gobernador, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Carlos Salgado Ponce, dijo que el mandatario estatal le da pena aceptar su fracaso en su estrategia de seguridad. “Nosotros vemos que al gobierno le da pena reconocer que las cosas no están bien, como aseguran. Para ellos aceptar la intervención de la Sedena es como decir que no pueden con el problema”, expresó el presidente del CCE. Morelos, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, se encuentra entre los estados más violentos. Cámaras empresariales, diputados y partidos políticos celebraron la intervención del Ejército al argumentar que la estrategia de seguridad del gobierno perredista necesita ayuda de la Federación por los bajos resultados en materia de seguridad.