Investigan muerte de madre e hija por sustancia química en hotel de Mérida

miércoles, 4 de diciembre de 2013 · 19:34
CAMPECHE, Camp. (apro).- Familiares de una joven madre y su pequeña hija, fallecidas en extrañas circunstancias en agosto pasado en Mérida, Yucatán, sostuvieron que ambas perdieron la vida luego de intoxicarse con fosfuro en las instalaciones del hotel El Gobernador. El fosfuro de zinc es una sustancia de uso común para exterminar plagas de ratas y tuzas, entre otros, sin embargo, es causa de muerte súbita si se ingiere o inhala en determinadas cantidades. Además, la familia acusó a la Fiscalía General de Yucatán (FGEY) de ocultar evidencias para eximir de responsabilidad a los propietarios del hotel donde presuntamente se contaminaron Rossely Yharavy Chan León, de 29 años, y su pequeña Roselly Valentina Rivera Chan, de tres. Ambas fallecieron en agosto pasado durante un viaje que realizaron a Yucatán en compañía de otros familiares que, aunque presentaron los mismos síntomas que las víctimas, lograron sobrevivir. En sus pesquisas, la Secretaría de Salud y la Fiscalía yucatecas determinaron que los intoxicados contrajeron una bacteria a través de alimentos en mal estado que previamente consumieron. En primer término se vio implicada la cadena de restaurantes El Fogoncito, aunque en breve se le deslindó del caso. Luego las sospechas recayeron en vendedores ambulantes de alimentos del poblado de Maxcanú, los únicos a quienes se llamó a declarar. No obstante, en ruedas de prensa, la primera esta mañana en la capital yucateca, y la segunda por la tarde en esta ciudad, Jeani Javier Rivera Perera, Alicia León Acosta y Jorge Rodríguez Vargas, viudo y padres de Rossely, respectivamente, dieron a conocer hoy que ella y su niña perecieron envenenadas con fosfuro. Javier Rivera, quien además se hizo acompañar por su abogado Jorge Rodríguez Vargas, recordó que el 17 de agosto viajó con su familia a Mérida e ingresaron al hotel El Gobernador a las 20:00 horas. Un día después, el sábado 18 a las cinco de la mañana, su esposa fue declarada muerta; la pequeña fallecería horas después, a las 14:30 horas. El hombre dijo que horas después de que entraron al hotel, toda la familia comenzó a sentirse mal y presentar vómitos y dolores. “Llamé a la recepción para que nos enviaran al doctor del hotel y éste, al auscultarnos, sólo dijo que teníamos un problema estomacal, nos inyectó algún medicamento intramuscular y nos dijo que durmiéramos, que amaneceríamos mejor. Nos cobró 800 pesos de consulta por cada uno y se fue”, narró. Pero la situación se agravó. “Volví a llamar a la recepción para que llamaran a una ambulancia, pero ésta nunca llegó. Cuando subió el guardia al cuarto nos encontró tirados ya en el suelo y nos sacó cargando a mi esposa y a mí. A mi hija y a mi abuela las dejaron expuestas más tiempo en el cuarto. Nos trasladaron a la clínica Mérida en taxis, uno a la vez, y con trabas, pues primero debíamos dejar un depósito para el servicio de traslado en la recepción”. Los quejosos destacaron que en las investigaciones paralelas que realizan –“porque después de meses la FGEY no ha hecho su trabajo”? se enteraron de que otra familia tabasqueña alojada ahí horas antes que ellos había presentado los mismos síntomas. También supieron que el hotel había sido fumigado poco antes. “Aunque está prohibido en muchos países, el fosfuro es un ácido que se consigue en México muy fácilmente. Lo utilizan en el campo para fumigar contra las tuzas y ratas, y en contacto con la humedad es un monstruo”, denunció Javier Rivera. En un principio, añadió, el cuarto del hotel que ocuparon era seguro, “pero de pronto nos avisaron que fuéramos a sacar nuestras cosas porque ya iban a liberarlo por órdenes ‘del de arriba’. “Entonces no sabemos a quién intentan proteger y por qué la Fiscalía tiene detenido el caso. No han movido nada, no hay ningún avance”, reprochó para luego sostener que sus familiares no fallecieron a causa de ninguna bacteria. “Sus órganos se quemaron por dentro”, describió. Los quejosos aclararon que no buscan una indemnización, pero sí reclaman “justicia y que salga a la luz toda la verdad para que podamos todos descansar en paz”. También pidieron que se lleve a fondo esta investigación y que se castigue a todos los responsables, pues “hubo negligencia por parte de los encargados del hotel, del médico y de la FGEY”.

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