Si cae un exgobernador puede caer cualquiera: Arturo Núñez
MÉXICO, D.F. (apro).- El gobernador Arturo Núñez Jiménez celebró el encarcelamiento de su antecesor, Andrés Granier Melo, porque con esa acción, dijo, se hace justicia a Tabasco y se sienta un precedente importante en el país, pues “si cae un exgobernador puede caer cualquiera”, advirtió el perredista.
Núñez rechazó la supuesta persecución política contra el exmandatario priista. Si así fuera, añadió, tendría que ser “superpoderoso” para poner a la Procuraduría General de la República (PGR) y al Poder Judicial de la Federación a favor de sus intereses políticos.
Insistió que el caso Granier y el desfalco a Tabasco no es un asunto de orden personal, “sino de los recursos de la entidad y de los tabasqueños”.
Núñez Jiménez mencionó que al rendir protesta como gobernador asumió el compromiso con la ley, por lo que de no aplicarla sería un encubridor y cómplice.
De igual manera, recordó que en su discurso advirtió que quienes robaron a Tabasco no disfrutarían sus riquezas malhabidas y que su destino sería la cárcel. Eso ya se está cumpliendo, observó.
En relación con las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia del estado, aseguró que se hacen conforme a la ley, y que la denuncia de desviación de recursos federales por mil 900 millones de pesos –por la que se encuentra preso el exgobernador Granier Melo– no es la única, pues hay "muchísimas más" que se están indagando.
El mandatario estatal expuso que en la parte local existe un agravio mayor de desviación de recursos, sin embargo rechazó que Granier Melo pueda ser “linchado” si llega a Tabasco, como acusa su abogado Eduardo Luengo, pues aquí, añadió, no se vive “una época tribal”, sino un estado de derecho y garantías para la seguridad física del exgobernador y sus derechos humanos.
Al hacer un balance de sus primeros seis meses de gobierno en el programa de radio Telereportaje, el más importante del estado, Núñez Jiménez reiteró que llegó a recomponer Tabasco y hablar con la verdad a sus paisanos, no a engañarlos, “ni a repetir los vicios o errores que dejaron al estado sumido en zona de desastre”.
Y dijo que no pretende asumirse como un mesías que con su varita mágica salvará a Tabasco.
“No pretendo serlo, soy un servidor público al frente de mis responsabilidades, empeñado en servir de la mejor manera a Tabasco, pero sin demagogia”, sostuvo, y remarcó su convicción de defender los recursos del pueblo y desagraviar a los tabasqueños.
“He demostrado que no soy ni seré tapadera de las pillerías ni latrocinios cometidos por el gobierno anterior”, subrayó.
El perredista destacó que no hizo “un gobierno de cuates ni a base de relaciones personales”, y que está abierto y atento a la crítica que construye, no a la de “francotiradores” que buscan dañar la imagen del gobierno o la de sus funcionarios porque vieron afectados sus intereses.
“Sé diferenciar cuando es una crítica correcta, válida, digna de respetarse y de considerarse, de cuando es un interés creado”, atajó.
Resaltó además su decisión de sacudir al gobierno de los intereses creados en diversas áreas de la administración pública, “que estaban acostumbrados a resolver todo a base de dinero”.
Con esto, reveló, “se lograron eliminar intereses de personas físicas u organizaciones fantasmas a la que se pagaba la nómina del personal, el alquiler, el teléfono, la secretaria, la luz, entre otras cosas”.