GUADALAJARA, Jal. (apro).- Familiares y amigos dieron el último adiós a Enrique Martínez Briseño, agente de la Policía Federal preventiva y piloto de esa corporación, quien murió cuando realizaba labores de rescate y apoyo a los damnificados por el huracán Manuel, en un accidente donde también perecieron cuatro compañeros de Enrique Martínez, en la sierra de Guerrero. Martínez Briseño y los otros agentes sobrevolaban la zona de La Pintada en un helicóptero Black Hawk para atender a damnificados cuando la aeronave se estrelló contra una montaña en esa zona conocida como Cerro Prieto, el pasado 24 de septiembre, en medio de un sobrevuelo entre Acapulco y Atoyac de Álvarez. El accidente ocurrió instantes después de que los federales dejaran en tierra a unas personas rescatadas. El capitán Briseño Martínez es recordado en su pueblo de origen como un experimentado piloto que le gustaba realizar su trabajo y que incluso se mostraba orgulloso de tripular el helicóptero Black Hawk, debido a que lo consideraba como una buena aeronave acondicionado para las labores de lucha contra el crimen organizado. Los compañeros de Briseño Martínez fueron identificados como Desiderio Rosado Zarate (copiloto), Isaac Escobar Bustamante, Julio César Zarco Castro, y José Ramón Peláez Prado. Este jueves, alrededor de las 10 de la mañana, Briseño fue despedido con una misa de cuerpo presente realizada en el templo de San Francisco de Asís, de Zacoalco de Torres, un municipio localizado a 40 kilómetros de la ciudad de Guadalajara. Después de la celebración religiosa los restos mortales fueron trasladados al panteón municipal. Un día antes, el velorio del agente caído se desarrolló en la ranchería de El Briseño, un poblado donde habitan menos de 150, en su mayoría dedicada a las labores del campo y la siembra de maíz. Sobre el accidente los familiares se mantienen a la espera de los resultados de la investigación que lleva a cabo la Procuraduría General de la Republica, en torno a los peritajes sobre ese siniestro.