TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El exgobernador Juan Sabines reapareció en la entidad, pero a través de una demanda civil por daño moral en contra de un diario local, su directivo y algunos columnistas. Así lo dio a conocer este viernes Diario de Chiapas, propiedad del empresario y político priista Gerardo Toledo Coutiño, al señalar en una de sus notas que Sabines Guerrero interpuso la demanda por daños que le han ocasionado a él y su esposa, Isabel Aguilera de Sabines. Además de la empresa de Publicidad Medios Masivos, que edita el Diario de Chiapas, la demanda fue interpuesta en contra Erisel Hernández, así como contra Carlos Z. Cadenas, quienes --según él-- le han ofendido y puesto en tela de duda su “reputación”, así como la de su esposa. El diario local dijo que algunos excolaboradores del propio Sabines condenaron el hecho y que ellos se han ofrecido para aportar pruebas que documenten la corrupción de Sabines. Entre éstos el medio enuncia a Carlos Castellanos, su exconsejero Jurídico; Samuel Toledo, quien ocupó cinco secretarías en su mandato y ahora es alcalde de Tuxtla Gutiérrez, así como el exalcalde de Cintalapa y ahora diputado local Guillermo Toledo, y Noé Castañón Ramírez, diputado local e hijo de su secretario de Gobierno. Los cuatro también acusados por presuntos actos de corrupción. Lo cierto es que Diario de Chiapas y su director fue el medio impreso con quien más alianza tejió el exmandatario chiapaneco. De hecho, la justicia auspiciada por Sabines durante su gestión propició que Toledo Coutiño despojara de esa misma empresa editorial a la viuda de su hermano Jorge Toledo Coutiño. Durante todo el sexenio pasado, Toledo Coutiño y Sabines Guerrero hicieron pública su amistad y relaciones. Tanto así que el propio Sabines develó un busto de Jorge Toledo Coutiño, fundador del Diario de Chiapas.