PUEBLA, Pue. (apro).- El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, informó que la dependencia a su cargo atrajo las investigaciones sobre el paquete-bomba que costó la vida a un policía auxiliar el lunes 6 en el municipio de San Martín Texmelucan. Entrevistado durante la inauguración del edificio de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), el funcionario federal reveló que peritos de la PGR ya analizan el material que se utilizó para este explosivo que, además de causar la muerte del policía Cristian Brandon Hernández, de 20 años, generó daños en una patrulla y en diez casas a la redonda, así como a vehículos cercanos. Mientras el pasado martes, el secretario de Seguridad Pública estatal, Facundo Rosas, comparó al artefacto con un cohetón o una “paloma”, Murillo Karam dijo que las investigaciones sobre este caso apenas iniciaron sin que se cuente aún con conclusiones de algún tipo. Rosas Rosas rechazó que la detonación de la bomba sea un indicio de que el crimen organizado opere en esa región, aunque han surgido versiones de que el artefacto fue enviado a ese domicilio por una extorsión contra el dueño del inmueble. El titular de la SSP ha insistido en que el atentado se relaciona más bien con un conflicto entre particulares, debido a que la persona a la que se le envió el paquete era un prestamista que ya había recibido amenazas de muerte. Sin embargo, José Alfredo Hernández Zamora, padre del policía muerto y a la vez comandante de la Policía Auxiliar de Santa Catrina Hueyatzacoalco, afirmó que el paquete estaba dirigido a Alfredo Ávila, arquitecto y propietario de una inmobiliaria, quien ha sido víctima de extorsiones y amenazas. El paquete llegó al domicilio, abundó, en una caja que medía aproximadamente 40 centímetros y venía envuelto como si fuera un regalo, y que el hecho fue reportado a la policía por la secretaria de la inmobiliaria, debido precisamente a las amenazas y extorsiones que ya había recibido el dueño de la empresa.