QUERÉTARO, Qro. (apro).- Familiares de dos jóvenes fallecidos en un percance automovilístico se manifestaron en la plaza de armas, frente a palacio de gobierno, para exigir justicia y no se proteja al presunto responsable, el director jurídico del Instituto de Recreación y Deporte del estado, Mauricio Puente Chapa, quien conducía en estado de ebriedad. Puente Chapa se encuentra preso desde el 26 de enero, fecha en que se le dictó formal prisión tras haber estampado el automóvil que conducía en la parte trasera de un taxi en el que viajaban cinco jóvenes, integrantes de un equipo de futbol amateur, dos de los cuales murieron a consecuencia del choque. Ricardo Moreno Jiménez, Jesús Enrique Hernández Hernández, Luis Eduardo Morales Orán, Enoc de Jesús García Ortiz y Leonardo Muñoz se dirigían a sus domicilios después de jugar un partido de futbol. Los dos primeros fallecieron; Luis Eduardo se encuentra en estado de coma, mientras que Enoc de Jesús y Leonardo sufrieron lesiones. De acuerdo con la versión de varios de los familiares proporcionada al semanario Libertad de Palabra, cuando fueron avisados del percance, ocurrido en la avenida Constituyentes, y se presentaron a identificar los restos de los dos jóvenes fallecidos, personal de la PGJE les comentó que el funcionario detenido como presunto responsable, Mauricio Puente Chapa, apenas podía sostenerse, debido al estado de ebriedad en el que se encontraba al momento de chocar su automóvil contra el taxi. Sin embargo, inicialmente se asentó que el funcionario presentaba un “mínimo” estado de intoxicación etílica, por lo que los familiares de los jóvenes afectados comenzaron a temer que se le brindaran facilidades para que obtuviera su libertad. Entonces desplegaron una campaña a través de las redes sociales y con cartelones en las calles para exigir que no haya impunidad en este caso. En uno de los andadores de la colonia Girasoles, donde vivían las víctimas, se colocó una lona con sus fotografías, bajo la cual los vecinos dejan veladoras y flores. Hoy familiares y amigos de los cinco muchachos acudieron a la plaza de armas con lonas en las que se leía esta frase: “Ricardo y Enrique, asesinados por la imprudencia de Mauricio Puente Chapa, quien conducía alcoholizado. Señor gobernador, exigimos justicia”. Mientras se manifestaban, un funcionario del área de Desarrollo Político del gobierno estatal, que se identificó como Felipe Sánchez, se les acercó para pedirles que guardaran las mantas porque “ya se les estaba atendiendo”, petición a la cual se negaron.