Dejan libres a presuntos violadores porque el testimonio de la víctima "resultó inverosímil"

lunes, 24 de marzo de 2014 · 12:38
GUANAJUATO, Gto. (apro).- Un magistrado liberó a dos sujetos implicados en la presunta violación de una menor de edad en octubre pasado en el municipio de San Luis de la Paz por considerar que la declaración de la víctima “resultó inverosímil”. Gustavo Isidro Araiza Castro, magistrado supernumerario de la Tercera Sala Penal Unitaria del Tribunal Superior de Justicia del estado (TSJ) determinó que la joven de 17 años, quien declaró que se encontraba alcoholizada y que sus agresores la obligaron a drogarse con mariguana, no se encontraba en un estado de ebriedad suficiente como para argumentar que fue abusada sexualmente en contra de su voluntad, aun cuando reconoce que tampoco se cuenta en el expediente una prueba pericial al respecto. Desde un principio, el relato de Ana Karen había sido desestimado en la propia agencia del Ministerio Público de San Luis de la Paz donde acudió a presentar una denuncia en contra de Armando Villanueva Torres y José Carlos Flores Arellano. La joven narró que el 22 de octubre pasado acudió con varios amigos a una fiesta de quince años y que se sentaron en la misma mesa donde se encontraban los dos hombres bebiendo cervezas, mismas que compartieron con ellos, para posteriormente salir a una disco todos juntos, lugar en el que continuaron ingiriendo cervezas, por lo que ella dijo sentirse muy mareada y haber perdido la noción del tiempo hasta que fue subida a una camioneta y posteriormente la llevaron a una casa que equivocadamente creyó era la de una de sus amigas. Sin embargo, en el domicilio ambos hombres la obligaron a sostener relaciones sexuales y posteriormente fue drogada con mariguana que ellos inhalaban de una lata. Armando Villanueva y José Carlos Flores la condujeron de ése a otra casa cercana, donde volvieron a abusar de ella, para posteriormente llevarla a la central de autobuses. En la declaración de la víctima, por cierto, fueron también consignados otros datos sobre su vida sexual ajenos al caso. Cuando acudió a interponer la denuncia, la agente María Virginia Saldívar le dijo que veía muy difícil que su acusación procediera, ya que ella “se había ido con los dos sujetos por su propia voluntad”. Tras conocerse públicamente el caso, la Procuraduría General de Justicia anunció que la joven recibiría todo el respaldo del Ministerio Público, donde se inició la carpeta 22194/2013, y finalmente los dos hombres fueron detenidos y consignados ante un juez penal en Dolores Hidalgo. Según la causa penal 1P-3313-107 del Juzgado de oralidad con sede en Dolores Hidalgo, Villanueva Torres y Flores Arellano fueron vinculados a proceso por violación equiparada calificada, en una audiencia efectuada el 5 de noviembre. Sin embargo, los abogados de ambos acusados interpusieron un recurso de apelación, mismo que fue resuelto por el magistrado Araiza Castro, quien rechazó la determinación del juez penal de Dolores Hidalgo. El Magistrado arguyó que “el relato de quien resulta ofendida resulta inverosímil, toda vez que en la existencia de los hechos atribuidos a los hoy inculpados se actuó con el consentimiento válido del sujeto pasivo (Ana Karen) al no acreditarse debidamente que quien se dice pasivo no se encontraba, al momento de la realización de la cópula, en posibilidad de resistir la conducta de la que se dice víctima…”. El juez desestima los testimonios de las amigas de la muchacha que relataron los hechos desde que llegaron a la fiesta de quince años y después fueron a la disco y continuaron bebiendo por lo que la vieron salir mareada, al considerar que “dichos testimonios no son idóneos para establecer que ella se encontraba bajo el influjo de sustancias que le impidieran resistir el abuso sexual de que fue víctima, además de que esto “no se encuentra corroborado mediante prueba científica”. Finalmente, el magistrado Araiza Castro dio valor probatorio al testimonio de los dos indiciados, quienes incluso señalaron que la joven les pidió dinero, y concluyó que Ana Karen necesitó “de cierta conciencia” para relatar el abuso de que fue víctima, por lo que decidió revocar la decisión del juez penal de procesar a los dos hombres por violación, y dejarlos en inmediata libertad.

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