"Hackean" correo electrónico de la Arquidiócesis de Durango
MÉXICO, D.F. (apro).- La cuenta de correo electrónico de la Arquidiócesis de Durango amaneció “hackeada” este lunes y durante las primeras horas fue utilizada en forma “dolosa”, a nombre del arzobispo Héctor González Martínez, para enviar mensajes de extorsión a los contactos ahí incluidos.
El padre Víctor Solís, vocero de la Arquidiócesis, envió un comunicado en el que informó a todos los usuarios y contactos de correo electrónico de la página oficial de la Arquidiócesis prensaarquidiocesisdgo@gmail.com, que dicha cuenta había sido “hackeada”.
En el boletín escribió: “Suplicamos hagan caso omiso a posteriores mensajes de esta cuenta”.
Los mensajes que llegaron fueron diversos: “Le estoy escribiendo este correo porque estoy de viaje para hacer algunas oraciones, pero tengo un gran problema aquí, me debes responder por correo electrónico así te daré más detalles sobre esto ya que perdí mi teléfono. Esto debe ser muy secreto. Bendiciones”. Firma: Sr. Obispo Héctor González Martínez”.
Diariamente, la oficina de prensa de la Arquidiócesis envía la síntesis informativa a todos sus sacerdotes, pero este lunes no fue posible debido a que no lograron acceder a la cuenta.
El vocero narró: “No pasó media hora, cuando algunos usuarios empezaron a informarnos que les estaban llegando correos electrónicos a nombre de don Héctor González, en los que intentaban extorsionar pidiendo dinero”.
De acuerdo con el padre Solís, se desconoce qué personas especialistas en el manejo de esta tecnología estén interesadas en afectar a la congregación: “La Arquidiócesis es una institución muy importante en el estado y el arzobispo es el pastor de esta grey. Es lamentable que suceda un ataque de esta naturaleza utilizando su nombre”.
Esta situación –aceptó el vocero–, no ocurrió ni cuando el arzobispo declaró que Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, vivía adelante del municipio de Guanaceví. “Todo mundo lo sabe, menos la autoridad”, dijo el 18 de abril de 2009.
“Somos víctimas de las convulsiones actuales en donde proliferan este tipo de abusos. La era del internet nos obliga a andar estos caminos y en la Iglesia tenemos que transitarlos porque los católicos están en la red. Además, igual que nuestros católicos, en la institución también somos susceptibles”, aceptó.
Extorsiones y retenes
La Arquidiócesis al mando de Héctor González, además de Durango, también comprende parte de Zacatecas. En ambas regiones, desde el 2009 los sacerdotes han sufrido intentos de extorsión telefónica.
En los municipios colindantes de Durango y Zacatecas, la disputa por el territorio no incluía a las policías ni al Ejército: Son narcos contra narcos y éstos contra la población. Entre los pocos que se atrevieron a protestar por la exacerbada violencia estaban algunos sacerdotes, encabezados por el arzobispo Héctor González Martínez, quien no se resignaba a la mudez ni a la sordera.
Después de su declaración del 18 de abril de 2009, el miércoles 6 de mayo, González Martínez cumplió su segundo día de visita pastoral en el municipio de San Bernardo, colindante con Guanaceví. A las nueve de la mañana, después de desayunar, salió acompañado del párroco del lugar, Adán Guzmán Ruelas.
El jueves 7, el prelado relató su recorrido en una entrevista publicada el 24 de mayo de ese mismo año en el semanario Proceso:
“Fuimos a Sardinas, población cercana a San Bernardo, (donde hay) gente sencilla, alegre y entusiasta –dice González Martínez. Luego, a la hacienda de La Providencia, donde fue el acto principal y a donde concurrieron las comunidades de Matalotes, 20 de Abril, Cochineras, Amador, Charco Azul, Pueblo Nuevo y San Juan de Heredia; comunidades río arriba (del Sixtín).
“A la hora de la comida se hicieron presentes cuatro elementos de un comando armado, quienes se acercaron a compartir los alimentos y la bendición de un puente en construcción.
“Por la tarde –prosigue– fuimos a la edificante y fervorosa Comunidad 5 de Julio, rezamos el santo rosario, prediqué y bendije la remodelación de la capilla; terminamos con una merienda. “Regresando, ya de noche, el comando armado montó un retén en un entronque para revisar a los transeúntes. Pasamos nosotros, nos pararon, nos gritaron que nos bajáramos. Nos apuntaban con sus armas largas. Cuando respondimos que éramos el párroco y el señor arzobispo, se calmaron, se disculparon y nos dejaron seguir. A las demás personas que pasaron por ahí les sucedió lo mismo.”
El pasado 29 de marzo, el arzobispo González Martínez, festejó sus 75 años de edad. Junto con ellos, presentó su renuncia al Papa Francisco, como lo dicta el Derecho Canónigo. Por lo pronto está en espera de lo que disponga el Sumo Pontífice, Jorge Mario Bergogli.
Así, el polémico arzobispo de Durango, se prepara para dejar atrás más de 50 años, de vida sacerdotal.