Piden mediación del gobernador de Colima para resolver conflicto en la Ucol
COLIMA, Col. (apro).- A 21 días del inicio de la huelga de hambre que mantienen siete catedráticos de la Universidad de Colima frente al Palacio de Gobierno, los manifestantes hicieron este martes un nuevo llamado al gobernador Mario Anguiano Moreno a que intervenga como interlocutor para mediar en el conflicto con la Rectoría de la institución educativa, con el propósito de “iniciar un diálogo franco, abierto y en igualdad de condiciones”.
Anoche, la casa de estudios emitió un comunicado dirigido a la comunidad universitaria y la opinión pública en el que insistió en su postura de que el encuentro se realice entre siete de sus directivos, encabezados por el rector José Eduardo Hernández Nava, y los siete ayunantes, con presencia de los representantes de los medios de comunicación, el miércoles 21 en el Museo de Arte Contemporáneo.
En respuesta, este día los universitarios en huelga de hambre propusieron en una carta al gobernador que la reunión se lleve a cabo en el Salón Gobernadores del Palacio de Gobierno, “en el horario que mejor se ajuste a su agenda lo antes posible” y añadieron:
“Como usted comprenderá, nuestro prolongado ayuno ha mermado nuestras capacidades físicas y mentales, por lo que nos insulta la insensibilidad de la Rectoría al pretender reiteradamente llevarnos a la mesa de negociación imponiendo sus términos y condiciones”.
Por lo tanto, los huelguistas de hambre insistieron en que participen en los diálogos como sus voceros los doctores Sergio Elenes, Marisa Mesina Polanco, Ricardo Navarro Polanco y Agustín Díaz Torrejón, acompañados por 11 integrantes del Comité de Huelga en calidad de testigos de honor.
En su comunicado, la Rectoría planteó que antes del encuentro la Cruz Roja verifique que el estado de salud de los huelguistas les permita participar y “en caso de que su dictamen establezca que su condición no es propicia para el encuentro, se suspendería la reunión”.
De igual manera, entre las condiciones planteadas por la directiva de la casa de estudios, sólo podrían hacer uso de la voz el rector y el líder del movimiento de huelguistas, Leonardo César Gutiérrez Chávez, “para hacer viable el proceso de diálogo, el análisis de alternativas y la búsqueda de acuerdos”, con la advertencia de que “la intervención de grupos y personas que busquen la desestabilización causará la suspensión del encuentro”, además de que solicitó al gobernador “garantizar las condiciones de seguridad y logística de entrada y salida al museo, que le den certidumbre al proceso de diálogo”.
Desde el pasado 29 de abril se encuentran en huelga de hambre Leonardo César Gutiérrez Chávez, José de Jesús Lara Chávez, Javier Herrera Báez y Pedro Vidrio Pulido, a quienes poco después se sumaron Herminio López Ramírez, Jesús Ponce Ochoa y José Miguel Rodríguez Reyes, en demanda de legalidad y transparencia en el manejo de los recursos del Fondo Social de Apoyo al Pensionado (Fosap).
Durante los primeros 16 días fueron ignorados por el rector y el gobernador, hasta que ante un llamado de este último, el directivo universitario invitó a los manifestantes a una reunión privada que se realizaría la noche del sábado 17.
El intento de acercamiento, sin embargo, fracasó ante una serie de desacuerdos de los representantes de las partes, y se generó un zafarrancho cuando simpatizantes de los huelguistas reclamaban a los funcionarios universitarios su retiro de la sede del diálogo y, mientras guardias de seguridad les abrían el paso a su vehículo, se reportaron varias personas lesionadas con gas pimienta, entre ellas una reportera.
Esa misma noche, la Universidad de Colima afirmó en un comunicado que el secretario general de la institución, Christian Ortiz Ocampo Zermeño, y el secretario privado de la Rectoría, Fernando Sánchez, resultaron afectados por la sustancia y a través de una publicación en Facebook acusó a los simpatizantes de los huelguistas de hambre de haberla arrojado.
Sin embargo, Salvador Ramírez González y Salvador González Villa, integrantes del comité de apoyo a los huelguistas, denunciaron que fue un guardia de seguridad de los funcionarios universitarios quien arrojó el gas pimienta.
Una de las lesionadas, Jenny Minerva Gutiérrez Zárate –sobrina del huelguista Leonardo Gutiérrez Chávez, líder del movimiento por la transparencia en el Fosap–, presentó este lunes una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima para que se investigue y se deslinden responsabilidades de los hechos.
Asesorada en la diligencia por el profesor Héctor Jesús Lara Chávez, hermano de uno de los huelguistas de hambre, Minerva Gutiérrez dijo que ante la afectación de sus ojos y a la elevación de la presión arterial, tuvo que ser atendida por paramédicos de la Cruz Roja.
Ramírez González comentó haber visto cuando el gas pimienta fue arrojado por uno de los elementos de seguridad de la universidad, a quien vio el rostro y dijo poder identificarlo.
González Villa mencionó también haber visto de espaldas a uno de los custodios de los funcionarios universitarios, quien levantó el brazo, arrojó el gas y de inmediato guardó el envase en uno de sus bolsillos.
A su vez, Héctor Jesús Lara informó que durante los hechos un guardia privado de la universidad jaloneó de un brazo a su hermana Blanca Esthela Lara Chávez, quien debido a las lesiones sufridas hubo de ser hospitalizada, por lo que presentó una denuncia ante el Ministerio Público contra quien resulte responsable.