Careció supercarretera Durango-Mazatlán de aval ambiental, acusan ejidatarios

jueves, 17 de julio de 2014 · 20:01
DURANGO, Dgo. (apro).- La supercarretera Durango-Mazatlán, obra de infraestructura en la que se invirtieron más de 28 mil millones de pesos y que fue presumida durante su construcción por los entonces presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y ahora por el mandatario Enrique Peña Nieto, fue realizada sin el permiso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Así se destaca en un documento que exhibió en rueda de prensa el Movimiento por la Justicia Agraria, organización que reclama el precio justo por las tierras expropiadas para la construcción de la vía, la mayoría de las cuales no han sido pagadas a los ejidos que tenían su propiedad antes de la obra. El oficio, entregado por la Semarnat a los ejidatarios el jueves 3 a través de su Unidad de Enlace, cuenta con un sello de emisión del 28 de noviembre de 2003, cuando la mayor parte de la ruta aún estaba en planeación y está dirigido al director general de Carreteras Federales de la SCT. El objetivo es, según se detalla en la primera página, “analizar y evaluar la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad Regional del proyecto denominado Autopista El Salto-Concordia, con pretendida ubicación en los municipios de El Salto (sic) y Concordia, estados de Durango y Sinaloa”. Y destaca que la pretensión es que la instancia ambiental otorgue los permisos para que se edifique el tramo carretero, que consta de una extensión de 100 kilómetros entre los municipios de Pueblo Nuevo, Durango (al que se refiere como El Salto), y Concordia, Sinaloa. Sin embargo, la Semarnat negó el permiso, según consta desde el primer punto de la resolución administrativa: “Se resuelve: Primero, negar la autorización solicitada en materia de Impacto Ambiental del proyecto Autopista El Salto-Concordia, promovido por la Dirección General de Carreteras Federales de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por contravenir lo establecido en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y su Reglamento en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental y demás disposiciones aplicables”. La dependencia federal basó la resolución en el considerando octavo inscrito en el mismo documento, debido a que la SCT no se comprometía a cumplir con las obligaciones marcadas por la Ley de Equilibro Ecológico en su artículo 30, en las que se inscribe la responsabilidad para mitigar los daños al ecosistema. El texto está foliado con el número de control SGPA/DGIRA.DEI.0774.03, y se emitió bajo la responsabilidad de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, perteneciente a la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat. Con base en este argumento, aseguraron los ejidatarios, jamás debió construirse ese tramo carretero, y es algo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) debió impedir. Es por ello que denunciarán formalmente a los responsables de ejecutar la obra entre 2004 y 2013, cuando fue concluida. Entre los demandados, sostuvo Ernesto Pérez Virgen, representante legal del grupo, estará el expresidente Fox Quesada, quien fue el principal impulsor del proyecto. Aunque la obra civil de la supercarretera Durango-Mazatlán fue concluida durante los gobiernos de Fox y Calderón, fue Peña Nieto quien, el 17 de octubre de 2013, inauguró el último de los tramos de la vía, en el que también se encuentra el prohibido por Semarnat. Pese a haber sido entregada, a la fecha siguen sin operar al 100% algunos de los túneles, donde no funcionan a plenitud todavía los sistemas de iluminación. Además, la carretera ha sido cerrada parcial y totalmente en varias ocasiones, debido a los derrumbes sufridos en algunos puntos. Hasta el momento, ni la SCT ni Semarnat han emitido una postura respecto de lo denunciado por los ejidatarios, que además afirmaron que como daño directo se dio la tala de más de 37 mil árboles y se eliminó una amplia zona de reproducción de la guacamaya verde, especie endémica de esa zona.

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