MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró un tigre y un puma que se encontraban en un domicilio particular en Ocuilán, Estado de México, cuyo responsable no presentó la documentación que acreditara la legal procedencia de ambos felinos. La delegación federal de la Profepa en la entidad informó que dicha acción se llevó a cabo durante un recorrido de inspección en materia de vida silvestre que realizaron inspectores de esa dependencia en el municipio de Ocuilán, en  atención a una denuncia ciudadana. De esta manera, en la comunidad La Haciendita se localizaron dos ejemplares machos: un tigre (panthera tigris) y un puma (puma con color), de los cuales, al momento de la inspección, no se acreditó su legal procedencia, al no mostrar el responsable la autorización emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la posesión de los ejemplares, razón por la cual fueron asegurados precautoriamente. En un comunicado la Profepa informó que esta acción se efectuó de manera coordinada con la Procuraduría de Protección al Ambiente del Gobierno del Estado de México,  en el ámbito de competencia de cada institución, contando con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entidad. El puma se encuentra en el apéndice I de la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).