Equipo forense independiente exhuma presuntos restos de Brenda Damarís

miércoles, 10 de septiembre de 2014 · 13:45
MONTERREY, N.L., (proceso.com.mx).- Un equipo forense independiente realizó una exhumación en el panteón del municipio de García para verificar la identidad del supuesto cadáver de Brenda Damarís González Solís. El equipo está encabezado por Franco Mora, miembro del Equipo Peruano de Antropología Forense, e integrado por el mexicano Joel Hernández Herrera y peritos de la Procuraduría General del Estado de Nuevo León. Este es el primer caso de su tipo registrado en México en el que un equipo independiente realiza una exhumación. Alrededor de las diez de la mañana comenzaron los trabajos y en tres meses estarán los resultados de las pruebas. Los familiares tenían casi dos años de haber solicitado a las autoridades de Nuevo León una segunda prueba de ADN, ya que considera que hubo irregularidades cuando les fue entregada una bolsa de huesos que presuntamente pertenecían a Brenda Damaris González Solís. “Desde octubre de 2012 y hasta la fecha la familia González Solís y miembros de Fuerzas Unidas por nuestros Desaparecidos/as en Nuevo León solicitamos por todos los medios legales posibles la exhumación de los restos entregados a la familia y la toma de muestras de ADN por un perito independiente para que se realizara un segundo cotejo en un laboratorio independiente”, comentó Juana Solís Vargas, madre de Damarís. Damaris Gonzáles Solís, de 26 años de edad, desapareció el 31 de julio de 2011 en el municipio de Santa Catarina Nuevo León. Tras sufrir un percance vial se comunicó con su familia para informarles del accidente. En el transcurso de la llamada informó que arribaba una patrulla de Tránsito de la Policía municipal y posteriormente la llamada se cortó. El vehículo donde viajaba Brenda Damaris junto con su novio fue encontrado fuera de la cinta asfáltica y con impactos de bala. Cuando los familiares acudieron a la corporación de Policía y Tránsito, oficiales los amenazaron diciéndoles “que ya no le movieran porque podría resultar peor”. “Desde entonces no se sabe su paradero y las investigaciones del caso por parte de la Procuraduría Estatal han sido insuficientes para esclarecer los acontecimientos”, precisó la madre. Hasta ahora no existen detenidos en las averiguaciones, a pesar de que se tiene identificados a dos policías de Tránsito que estuvieron presentes en el lugar del accidente. La primera semana de octubre de 2012 la familia de Brenda Damaris acudió al paraje La Huasteca, en Santa Catarina, ante la versión de que había sido hallada una fosa con cuerpos humanos. Unos días después la familia fue informada del hallazgo de restos humanos que aseguraron correspondían a su hija. Cuando acudieron a recoger el cuerpo, personal de la Procuraduría les solicitó que los incineraran lo más pronto posible. La entrega de los restos en el Servicio Médico Forense del Hospital Universitario fue realizada en una bolsa de plástico negra y no permitieron ver los restos. “Se solicitó de manera imperativa a la familia González Solís no fueran velados los restos, que fueran incinerados y que se trasladaran directamente a la funeraria. La familia no aceptó la incineración”, contó la madre. Entre las irregularidades que llevaron a la familia a realizar una segunda prueba de ADN destacan: La Procuraduría aseguró en su dictamen pericial que los restos encontrados fueron entregados al Servicio Médico Forense en dos bolsas, en una de las cuales se encontraban dos cráneos humanos, por lo que queda constancia de que los restos fueron revueltos al hacer el levantamiento; en el dictamen pericial, la dependencia informa que fueron revisados restos de dos personas, una del sexo masculino en la que determinaba un tiempo estimado de muerte de 4 a 6 meses y una del sexo femenino con un tiempo estimado de muerte de 10 a 12 meses. Los restos humanos fueron encontrados el 17 de octubre de 2012 por lo que se estima la muerte entre octubre y diciembre de 2010, siete meses antes de que desapareciera Brenda Damaris. Además, el Servicio Médico Forense no señala causa de muerte, alegando que los restos no permiten obtener una conclusión al respecto, reforzando el tiempo estimado de la muerte. Por último, las ropas con las que fueron encontrados los restos, y que fueron desechadas por la Procuraduría, no fueron reconocidas por la familia ni en el aspecto ni en la talla de Brenda Damaris. Por todas esas irregularidades, la familia acudió a dos opiniones técnicas para que informaran si lo actuado por la Procuraduría se podía dar como válido totalmente, la conclusión de las opiniones técnicas fue que existía una duda razonable sobre la identidad de los restos. Los peritos independientes que apoyan en la exhumación de los restos forman parte del Equipo Peruano de Antropología Forense y cuentan con certificación de la Corte Internacional de La Haya. El análisis de las muestras obtenidas será realizado por la organización Gobernanza Forense Ciudadana, cuyos miembros han participado en casos similares en distintos países. El objetivo de esta segunda prueba, en ejercicio de los derechos a que tiene la familia según la Ley Federal de Atención a Víctimas, es dar certeza de la identidad de los restos entregados por el Gobierno de Nuevo León a la familia González Solís y garantizar que la Procuraduría Estatal cumpla en adelante con todos los protocolos de identificación de restos reconocidos por el Estado Mexicano.

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