Exigen a Moreno Valle frenar "modernización" de parque ecológico
PUEBLA, Pue. (apro).- Vecinos del parque ecológico Revolución Mexicana se confrontaron con funcionarios del gobierno del estado a los que exigieron frenar las obras de modernización del inmueble que, aseguraron, sólo servirán para abrir el espacio a la privatización, al ecocidio y al desplazamiento de los actuales usuarios.
Los enviados del gobierno poblano y de la empresa Eura, encargada de la construcción, fracasaron en su intento por tratar de convencer a los inconformes sobre los supuestos beneficios del proyecto “modernizador” del gobierno de Rafael Moreno Valle.
Y es que, ya cuando las máquinas empezaron a hacer excavaciones y comenzaron a tumbar árboles, justo en ese momento los funcionarios buscaron presentar el proyecto a los colonos, que son los principales usuarios del recreativo que abarca 57 hectáreas y que es considerado uno de los pocos “pulmones” con los que cuenta la ciudad de Puebla.
“Esto que están haciendo de presentarnos el proyecto debió ser primero, no ya cuando están tirando árboles”, reclamó uno de los vecinos, quien puntualizó que ninguno de los asistentes asiduos al parque había pedido que se llevaran a cabo esas obras.
De hecho, la remodelación del parque ecológico, como muchas otras obras del gobierno de Moreno Valle que igual han generado descontento social, se inició sin que hubiera una información previa, ya que ni siquiera los empleados del parque sabían del proyecto.
“Lo hicieron así para evitar que recurriéramos al amparo”, señaló otro de los inconformes que se reunieron hoy con funcionarios y trabajadores de la constructora, “pero les advertimos que vamos a defender el parque y no vamos a dejar que sigan con sus obras”.
En representación del gobierno de Puebla, Omar Álvarez Arronte y Alejandro Huerta, así como Israel Roelo, por parte de la empresa, explicaron con una maqueta el proyecto en el que se pretenden invertir 84 millones de pesos.
Las obras consisten en cambiar la tela ciclónica que circunda el parque por un enrejado, similar al que se colocó en la zona de los Fuertes; construir 44 locales comerciales –de 4 por 10 metros cada uno– para un mercado de artesanías; estacionamientos; una tirolesa que atraviese el lago y que será concesionada; cuatro canchas de usos múltiples; una ciclovía; una fuente lúdica y una estación de información turística.
Los expositores del proyecto cayeron en múltiples contradicciones en lo que se refiere a la intención de colocar en el interior un restaurante y una franquicia de cafetería, pues mientras algunos insistían en que no estaban previstos esos establecimientos, otros afirmaban que serían concesionados a empresas que se encargarían de instalarlos.
En la maqueta que presentaron a los vecinos se observa que el restaurante estaba considerado en el espacio donde actualmente se ubica el aviario, sin embargo, los funcionarios insistieron en que la información era errónea, aunque en las lonas que se colocaron en el perímetro del parque había imágenes y letreros que anunciaban un restaurante.
Los inconformes se pronunciaron en contra de que se coloque en el interior del parque una franquicia del café Punta de Cielo ya que, aseguraron, se rumora es un negocio del gobernador Moreno Valle.
También indicaron que las franquicias desplazarían a los 52 puestos de antojitos, golosinas y refrescos que operaban hasta ahora en ese lugar y que representan la única fuente de ingresos de igual número de familias.
“Esto que ustedes quieren construir aquí no es de beneficio para la comunidad, lo que quieren es hacer negocios”, expresó una de los participantes en la reunión, quien consideró que al ampliar la zona de cemento sería un “ecocidio”, que se sumaría a los daños ecológicos que ya generó el gobierno de Moreno Valle en la zona de Los Fuertes, donde también fueron talados árboles.
Sin embargo, los representantes del gobierno recalcaron que sólo se cortarían 27 árboles y que en cambio se reforestaría el recreativo con 50 mil plantas más.
Los colonos recordaron que este parque se construyó desde hace 25 años en terrenos donde antes se encontraba una base aérea militar y que fue donado por el gobierno federal para que fuera un espacio ecológico para beneficio de los poblanos, “no para negocio de las elites”, reclamó una señora.
Además, refirieron que este es uno de los pocos paseos familiares “netamente popular”, al que acuden miles de familias por el bajo costo que representa llevar a sus hijos a ese recreativo, cuya entrada es gratuita, mientras que el gobierno de Moreno Valle busca convertirlo en un atractivo para turistas.
Los vecinos lograron que el gobierno del estado quitara las mantas que habían colocado alrededor de la zona donde ya iniciaron las obras de construcción, para que puedan vigilar que no se derriben más árboles.
Omar Álvarez, coordinador metropolitano y de delegaciones, ofreció a los vecinos que formen un comité de vigilancia de las obras, pero los colonos recalcaron que no cederán en su oposición a que se construyan locales comerciales, la tirolesa y la instalación de franquicias.
También adelantaron la posibilidad de recurrir a un amparo para detener las obras.
“Dígale al gobernador que no queremos su proyecto, que vamos a defender nuestro parque, que nos gusta así como está”, resumió una mujer.