Reportan cadena de negligencias médicas en Oaxaca
OAXACA, Oax., (apro).- Una mujer en trabajo de parto no fue recibida en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, lo que pudo haber provocado la muerte de su bebé, razón por la que la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca solicitó a la Secretaría de Salud un informe sobre el posible caso de negligencia médica.
En menos de un mes, la defensoría inició tres expedientes de presunta negligencia médica en los Servicios de Salud de Oaxaca, en los cuales, dos bebés murieron.
Según el expediente de queja DDHPO/1484/(01)/OAX/2015, una mujer embarazada se quejó de haber perdido a su hijo porque le negaron atención médica en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”.
La mujer originaria de Río Grande, Villa de Tututepec, relató que acudió al Hospital Civil al encontrarse en trabajo de parto, sin embargo, el personal se negó a atenderla con el argumento de que debía acudir a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ubicada en Miahuatlán.
Al acatar la indicación, la mujer se trasladó al IMSS de Miahuatlán en un vehículo particular, pues no le fue proporcionada una ambulancia, pese a que presentaba un estado de salud delicado.
Camino a Miahuatlán, la mujer sintió que el bebé dejó de moverse en su vientre y, al ser recibida y diagnosticada en la clínica de ese municipio, le informaron que su hijo ya había fallecido.
El organismo defensor resaltó que el derecho a la salud está garantizado por las leyes mexicanas y es obligación de las instituciones del estado garantizarlo, además de que es su responsabilidad brindar a todas las personas acceso a atención médica sin discriminación.
Apenas el 23 de septiembre, una mujer de 20 años parió en el interior de un vehículo particular debido a que un grupo de trabajadores del Centro de Salud de Xoxocotlán se encontraban en un “paro de brazos caídos”.
Familiares de Samantha Mabel Cruz Aquino relataron que cuando llegaron al Centro de Salud ya se encontraba en labores de parto, sin embargo, se encontraron que había un paro de “brazos caídos”.
Lo grave es que cuando el personal del Centro de Salud que sí se encontraba trabajando pretendía auxiliar a la mujer y al bebé, el grupo de inconformes con la directora Edeybi Sánchez Varela intentó impedir la atención a la paciente y al recién nacido.
Antes, el 13 de septiembre, una mujer perdió a su bebé por una presunta negligencia médica y ella resultó afectada del hígado y los riñones por dejarle gasas en su interior.
La cadena de negligencias médicas inició con el personal del Centro de Salud de Acatlán de Pérez Figueroa y del Hospital de Tuxtepec.
Los familiares pidieron se realice una investigación por el tratamiento médico “inadecuado” que le dieron a la mujer que operaron dos veces, debido a que “le dejaron gasas en su interior”, por lo que presentó daño en hígado y riñones por posible descuido y, lo más grave, que perdió a su bebé.
El esposo de María declaró que el 12 de septiembre acudió al Centro de Salud de la comunidad de Acatlán de Pérez Figueroa, debido a que su mujer, ya cerca de terminar de su embarazo, presentaba síntomas de fiebre.
Sin embargo, una doctora de la clínica, después de revisar a la paciente, señaló que todo estaba bien con el bebé, pero que necesitaba atender la fiebre de la madre, para lo cual le administró un tratamiento.
Debido a que el tratamiento no funcionó, la doctora de la clínica de Acatlán dictaminó que la paciente debía ser trasladada al Hospital General de Tuxtepec, por lo que fue enviada en ambulancia. Durante el viaje se quejaba de dolor de huesos, pero no presentaba contracciones, comentó su esposo.
Al llegar al hospital de Tuxtepec su esposa fue recibida en urgencias, donde después de revisarla le dijeron que ella y el bebé se encontraban bien, únicamente le dieron dos pastillas, sin embargo, después de ingerirlas comenzó a sentir dolores de parto y solicitaron el apoyo del personal médico, que se negó a atenderla.
Fue hasta las dos de la madrugada del domingo 13 del mes pasado cuando los médicos le pidieron su autorización para operar de emergencia a su esposa, debido a que debían extraerle el útero con urgencia ya que presentaba sangrado abundante.
Además, el personal del hospital le informó que su bebé no podía respirar y estaba grave, aunque al hablar con su esposa, ésta le dijo que era falso que el bebé tuviera complicaciones, debido a que ya estaba muerto, pues como ella nunca perdió la conciencia durante el parto, pudo darse cuenta de ese detalle.