Ataque contra Moreno Peña es para 'poner de rodillas” al nuevo gobierno: historiador
COLIMA, Col. (apro).- El atentado contra el exgobernador Fernando Moreno Peña, ocurrido el pasado lunes 12 en esta ciudad, parece tener el propósito de “poner de rodillas” frente al crimen organizado a la nueva administración estatal que iniciará el próximo 1 de noviembre, consideró el historiador Héctor Porfirio Ochoa Rodríguez.
“Esto era contra Moreno, pero advirtiéndole al próximo gobernador: ‘aguas porque estamos atentos, mira lo que te puede pasar también a ti’, aunque no me parece casual que este atentado haya sido prácticamente al finalizar el sexenio, lo que también puede ser un aviso de lo que le puede pasar al propio gobernador Mario Anguiano Moreno en cuanto salga”, señaló el académico en entrevista con la agencia Apro.
El exgobernador recibió cuatro tiros mientras desayunaba en un restaurante del norte de la ciudad, por lo que tuvo que ser atendido de emergencia en el Hospital Regional Universitario, del que fue dado de alta cinco días después.
Coautor del tomo IV de la Historia General de Colima, denominado ‘Las Caras del Poder’, Ochoa Rodríguez comentó que “si, como se ha dicho, en el asesinato del exgobernador Silverio Cavazos, en 2010, participó el crimen organizado, podríamos pensar que el ataque contra Fernando Moreno es producto también de alguna facción del narcotráfico”.
No obstante, reflexionó, si como también se ha especulado que este hecho es producto de rencillas políticas, el principal enfrentamiento de Fernando Moreno en este sexenio ha sido con Mario Anguiano, pero “me parece muy arriesgado que este atentado venga de las propias esferas del poder, pues para el gobernador este hecho ha sido terminar de la peor manera posible”.
A juicio de Héctor Porfirio Ochoa, sobre el ataque que sufrió el exgobernador hay muchos cabos sueltos, muchas hipótesis y dudas que se prestan a la especulación, además de que “uno no se explica por qué Moreno Peña no traía escoltas, yo lo acababa de ver en el Teatro Universitario el viernes previo y no se veía un aparato de seguridad ostensible; en otra ocasión lo vi bajando solo de una camioneta en la Plaza Zentralia”.
El historiador se mostró extrañado sobre las razones de lo anterior en un personaje como el exgobernador, con el nivel de poder económico y político que maneja en el estado y sus enfrentamientos con otras figuras públicas. “¿Tan seguro se sentía de que no lo iban a tocar, porque más bien era él quien podía tocar a otros? ¿Qué explicación le da uno a eso?”, preguntó.
Por otro lado, Ochoa refirió que la violencia contra figuras del poder ha estado presente a lo largo de la historia de México y no debe sorprender que un personaje como Fernando Moreno sea víctima también de la violencia, porque suelen magnificarse demasiado las cosas y es justo ponerlas en su contexto.
Admitió que este tipo de hechos no habían estado presentes en Colima con tal nivel de virulencia hasta el actual sexenio, que se inició con la ejecución del exgobernador Silverio Cavazos, luego de que en 2005 el gobernador Gustavo Vázquez Montes había muerto en condiciones sospechosas en un percance de aviación.
En la historia de Colima, expuso, hay antecedentes de situaciones de violencia contra políticos en los años 20 y la disputa entre grupos políticos dentro del mismo PRI en los años 40, como el caso de los exgobernadores Pedro Torres Ortiz y Manuel Gudiño, quienes no llegaron a los balazos.
Fue en el sexenio de Mario Anguiano, precisó, cuando la violencia en Colima en todos los sentidos se disparó. “Prácticamente cada día nos enteramos de muertos, descabezados, descuartizados, ahorcados, feminicidios, pues si algo ha caracterizado a este gobierno, además del desastre financiero, es la violencia desbordada que también ha tocado a la clase del poder. El caso de Fernando Moreno es la gota que derramó el vaso, porque muestra la total vulnerabilidad del estado de derecho en la entidad”.
Por lo que ha ocurrido en los últimos años tanto en colima como en el resto del país, dijo Héctor Porfirio Ochoa, “la violencia política está resurgiendo, no sabemos si como una forma de zanjar las diferencias políticas o como una manera en que el propio crimen organizado está enfrentándose y retando a estos personajes de la clase política”.
Advirtió, sin embargo, que el clima de violencia genera el riesgo de que regrese una etapa represiva en Colima, como se vivió en el sexenio de Fernando Moreno Peña, con Jesús Antonio Sam López como procurador de Justicia.
“Fernando Moreno no se ha cansado de presumir que cuando él era gobernador se acabaron los secuestros y el crimen estaba controlado, como si hubiera sido una maravilla la práctica represiva de Sam López; sabemos que no se ha detenido la violación de los derechos humanos, pero regresar a aquella época de mano dura es un riesgo para la población en general”, concluyó