Deploran respuesta de Pemex sobre contaminación de la refinería de Cadereyta

viernes, 27 de noviembre de 2015 · 19:46
MONTERREY, NL (apro).- Para Pemex la refinería de Cadereyta no contamina el agua ni el aire, y sus procedimientos están debidamente certificados para evitar emisiones tóxicas. Según el contenido de una carta que la paraestatal envía a monseñor Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Monterrey, la refinería “Héctor R. Lara Sosa”, ubicada30 kilómetros al oriente de la zona metropolitana, es permanentemente monitoreada y sus emisiones están en los rangos permitidos. El documento, firmado por el subdirector de Auditoría en Seguridad Industrial y Protección Ambiental, Antonio Álvarez Moreno, da respuesta a una petición de información que envió Miranda Guardiola a Pemex el 29 de septiembre, en la que expresa además preocupación por los contaminantes en la región. No se anexan en esa respuesta los estudios técnicos que, de manera permanente, han demandado los residentes del municipio, quienes han denunciado que la refinería descarga aguas sin tratar al río San Juan, y que las emisiones aéreas contaminan las siembras (Proceso 2026). En la misiva, con fecha de 28 de octubre, la empresa productiva del Estado señala que las actividades de la refinería están reguladas por la normatividad mexicana en materia ambiental, con parámetros que los trabajadores cumplen puntualmente. Álvarez Moreno también asegura que son verificados los equipos que lanzan emisiones a la atmósfera y la recuperación del azufre, y los análisis no arrojan anomalías. Incluso, que la calidad del aire es monitoreada en el centro de trabajo y en la periferia con resultados que cumplen las especificaciones. Las mediciones, agrega, son efectuadas mediante casetas móviles de laboratorios especializados y avalados por la Entidad Mexicana de Acreditamiento y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). El funcionario de Pemex explica al obispo auxiliar que más de 95% del agua empleada en la refinería es líquido residual tratado, procedente de Monterrey y su zona conurbada. “La refinería cuenta con instalaciones para tratar el agua residual de sus procesos, y descargar agua tratada al arroyo El Ayancual. El agua descargada cumple con las especificaciones que establece la autoridad”. Por último, señala la empresa que existe un proyecto para rehabilitar y modernizar el área de efluentes, lo que permitirá utilizar un volumen mayor de agua residual y disminuir la descarga a El Ayancual. “Agradezco su interés por la salud de las comunidades aledañas a la refinería, así como la protección al medio ambiente”, se despide Álvarez Moreno. El padre José Manuel Guerrero Noyola, de la parroquia de San Juan Cadereyta, se dijo inconforme con la carta de respuesta, pues no aporta información verificable ni estudios que sustenten los dichos de Pemex. “Realmente no contestan mucho y no nos dejan satisfechos. El obispo Miranda se comunicó con Pemex externándole una preocupación de la Iglesia, porque vemos que no cumplen con las normas ambientales, y contestan diciendo que toda la información es favorable, que todo está perfecto”, señaló el padre Chema. El religioso, quien hace activismo a favor de los afectados, consideró que Pemex debió sustentar con documentación y análisis su argumentación, pues al decir que la refinería cumple con la norma, “volvieron a dar las mismas respuestas de siempre”, con el propósito de responder como un simple trámite. “Es sólo discurso y no nos dejan contentos. El obispo auxiliar ha estado en Cadereyta, se ha metido mucho en los reclamos de la gente, hemos tenido encuentros con ambientalistas, y por eso hizo esta carta, pero lo que nos responden es el discurso repetitivo, en el que Pemex nos dice que todo está bien y no hay afectación, cuando hemos visto lo contrario”, lamentó.

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