Se enfrentan normalistas y policías en Chilpancingo; hay cuatro detenidos
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Miembros del magisterio disidente y normalistas armados con piedras y palos protagonizaron un enfrentamiento con policías estatales en pleno centro de la capital estatal.
El choque se registró cerca de las 18:00 horas, luego de que docentes y estudiantes protestaron frente a la bodega de Coca-Cola, ubicada a un costado del cuartel militar sobre el bulevar Vicente Guerrero, y se llevaron retenidos al subgerente de la empresa, Ángel Guardado y su asistente, Roberto Ruiz.
Los manifestantes exigen la liberación de tres normalistas, entre ellos un estudiante de cuarto año de Ayotzinapa, quienes fueron detenidos esta mañana por policías estatales, acusados de pretender "robar" un camión de la refresquera.
Más tarde, la Ceteg reportó una detención más, el de la maestra Rosalba Tapia Galeana.
Los detenidos se encuentran en la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE), y no han sido liberados porque el área jurídica de la empresa Femsa, distribuidora de Coca-Cola en el país, se niega a retirar la denuncia.
Al respecto, normalistas aseguran que los policías estatales irrumpieron esta madrugada en las instalaciones de la Escuela Normal Adolfo Viguri Viguri y se llevaron con violencia a los tres estudiantes.
Este hecho alertó a los miembros del movimiento que exigen justicia por el caso Ayotzinapa, razón por la que comenzaron a organizarse para demandar la liberación de los tres detenidos.
Durante el transcurso del día, autoridades ministeriales ?informaron a los dirigentes normalistas y líderes del magisterio disidente que para liberar a los estudiantes era necesario que la empresa Femsa se desistiera de las denuncias que ha interpuesto por el presunto robo de mercancía durante las acciones de protesta del movimiento social.
Por ello, un grupo de normalistas y cetegistas se trasladó a la bodega de Coca-cola, donde se manifestaron lanzando consignas y realizando pintas en la fachada del inmueble.
Enseguida, el subgerente de la empresa salió a dialogar con los inconformes y se declaró incompetente para desistirse de la demanda penal.
Un grupo de la policía estatal con equipo antimotín arribó a la zona y, en respuesta, los ?inconformes se llevaron por la fuerza a los dos directivos de la empresa refresquera y enfilaron hacia el campamento que mantiene la Ceteg en el zócalo capitalino.
El hecho desató una persecución sobre las calles de esta capital? y una batalla campal sobre la calle Valerio Trujano, a una cuadra de la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
En la trifulca, los estudiantes y docentes embistieron lanzando piedras y palos contra los uniformados, que respondieron accionando sus armas de fuego y arrojando gas lacrimógeno para disuadir a los manifestantes.
Testigos de la refriega afirman que un policía estatal, quien portaba un rifle AR-15, realizó al menos dos disparos al aire, situación que provocó pánico y terror entre los ciudadanos y comerciantes del centro, quienes bajaron las cortinas de los establecimientos.
También los dirigentes de la Ceteg denunciaron que una profesora identificada como Rosalba Tapia Galeana fue detenida por los policías estatales; además, reportaron al menos cuatro manifestantes lesionados.
Después, los uniformados se replegaron al tiempo que los manifestantes siguieron lanzando piedras, montaron barricadas en el primer cuadro y se mantienen alertas ante un posible desalojo.
Al lugar arribó un funcionario estatal, quien hasta el momento sigue reunido con los dirigentes del movimiento en el campamento que la Ceteg mantiene en el zócalo para negociar la liberación de los retenidos.
Por su parte, los manifestantes advirtieron que no van a soltar a los trabajadores de Coca-cola hasta que los tres normalistas sean puestos en libertad.
También llegó al lugar el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Ramón Navarrete Magdaleno, quien se mantiene en el sitio documentando este hecho violento que podría agudizarse en las próximas horas.
No obstante, esta no es la primera vez que el gobierno del estado negocia la liberación de retenidos con los integrantes del movimiento que, en ocasiones previas, han intercambiado a agentes de Gobernación y policías por activistas detenidos.