Chantaje electoral y corrupción, en el historial del precandidato del PRI al gobierno de Guerrero

miércoles, 4 de febrero de 2015 · 19:14
MÉXICO, D.F. (apro).- La dirigencia nacional del PRI eligió este miércoles a Héctor Astudillo como precandidato a la gubernatura de Guerrero, donde el Instituto Nacional Electoral (INE) anunció medidas especiales para realizar los comicios de junio próximo, luego de que maestros y activistas amenazaron con bloquear las elecciones. Héctor Astudillo, quien ha sido dos veces diputado local, senador y alcalde de Chilpancingo, peleaba la candidatura con Manuel Añorve, Cuauhtémoc Salgado, Mario Moreno y Héctor Apreza, quienes se quedaron en el camino. En su primer mensaje como abanderado del PRI, el exalcalde dijo estar consciente de la situación de violencia e inestabilidad que se vive en el estado, y anunció que su principal tarea será la inclusión y el respeto. “He manifestado y lo quiero reiterar frente a los medios, que ser candidato del PRI para competir por la gubernatura del estado de Guerrero, más que un reconocimiento, más que un estímulo, sin duda es la más alta responsabilidad que se puede recibir, fundamentalmente por los acontecimientos y el clima que se ha vivido, político y social, en los últimos cinco meses. “Por eso quiero dejar muy claro que mi idea fundamental es tener conciencia de las condiciones de Guerrero y, por supuesto, hacer un trabajo de una enorme inclusión, de respeto y de humildad hacia todos mis paisanos. Yo creo que en Guerrero es urgente que la palabra respeto sea algo que no solamente se pueda decir, sino que se pueda hacer en los hechos”, subrayó. La elección de Astudillo se realizó durante una reunión privada en la sede nacional del PRI y estuvo encabezada por el presidente de esa fuerza política, César Camacho Quiroz. En entrevista posterior a su designación, el exsenador –quien en 2012 fungió como coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto en Guerrero, con resultados fatales– sostuvo que en Guerrero tiene que haber elecciones porque “no se puede cancelar la posibilidad de ejercer el derecho constitucional”. Viejo conocido de la clase política guerrerense, el abanderado priista tiene una larga historia de chantaje electoral, desvío de recursos, corrupción y amenazas en contra de aquellos comerciantes que no aceptaron pagar cuotas por el registro de negocios en la capital guerrerense. En su edición 1475, la revista Proceso publicó una nota sobre el desvío de recursos del gobierno del estado para la campaña de Astudillo como aspirante a gobernador. De acuerdo con un documento titulado “El Faro 2005”, de la Secretaría de Educación de Guerrero se sacaron 500 mil pesos mensuales para pagar al equipo de campaña del exalcalde, con el objetivo de ganarle la gubernatura a Zeferino Torreblanca, pero no ocurrió así Cuatro años después, la empresaria María del Rocío Garduño González presentó una denuncia penal contra Astudillo Flores, cuando fungía como alcalde de Chilpancingo, y contra el director de Gobernación municipal, Joel Eugenio Flores, por los delitos de cohecho, abuso de autoridad y corrupción, al pretender extorsionarla con 100 mil pesos para autorizarle una licencia para la instalación de un restaurante en una zona residencial de la capital. “Me dijeron que pagando esa cantidad ya no habría bronca”, dijo la denunciante en aquella ocasión. En 2013, cuando era diputado local, trabajadores del ayuntamiento de Chilpancingo denunciaron a Astudillo Flores por amenazas de muerte, luego de que exigieron ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) que se echaran abajo al menos 16 plazas de base que aquel otorgó de manera unilateral a sus familiares y a parientes de exregidores y del exalcalde interino Tulio Samuel Pérez Calvo. Pese a todos esos antecedentes, el priismo presentó este miércoles a Astudillo como su precandidato a gobernador para recuperar el gobierno de Guerrero, que en las últimas elecciones ganó la oposición.

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