Civiles armados mantienen sitiada Chilapa; van tras "El Chaparro", líder de Los Rojos

domingo, 10 de mayo de 2015 · 20:52
CHILAPA, Gro. (proceso.com.mx).- Con el apoyo del Ejército y las policías federal y estatal, un grupo de civiles armados mantiene sitiada esta ciudad donde desataron una cacería contra Zenén Nava Sánchez El Chaparro, señalado como líder del grupo delictivo Los Rojos. El hecho exhibe el vacío de autoridad que persiste en la entidad y el nivel de impunidad y complicidad de las autoridades y políticos con la delincuencia. [gallery type="rectangular" ids="403866,403874,403875"] El grupo armado encabezado por comisarios municipales se asume como guardia comunitaria de los poblados de El Jagüey, San Ángel, Ayahualulco y Ciloxuchicán, no obstante, informes oficiales refieren que se trata del brazo ejecutor del grupo delictivo denominado Los Ardillos, dirigido por los hermanos del presidente del Congreso, el diputado local perredista Bernardo Ortega Jiménez. Ayer cerca de las 17:30 horas, aproximadamente 300 civiles armados con escopetas y encapuchados irrumpieron de forma sorpresiva y tomaron el control de las entradas y salidas de la cabecera municipal de Chilapa donde la Policía Federal División Gendarmería y el Ejército asumieron el control de la seguridad ante la brutal disputa que mantienen Los Rojos y Los Ardillos por esta plaza estratégica ubicada entre las regiones Centro y Montaña. La acción provocó pánico y terror entre la ciudadanía ante el riesgo de que se registrara un enfrentamiento entre los grupos delincuenciales que impunemente operan en esta zona colapsado por la narcoviolencia. Los guardias comunitarios despojaron de sus armas a 40 policías municipales y realizan recorridos en la ciudad a bordo de patrullas oficiales y portando el armamento oficial, fusiles de asalto AR-15 y AR-70. Este domingo, Proceso realizó un recorrido por la zona de conflicto y pudo constatar la inoperancia de autoridades como el Ejército y los policías federales y estatales, quienes se han limitado a observar los cateos, el desarme de los municipales, la retención de civiles y los retenes que mantiene la guardia comunitaria sobre el bulevar Eucaria Apreza, ubicado sobre la carretera federal Chilapa-Tlapa. La percepción de los habitantes de esta levítica ciudad frente a la actitud omisa de las autoridades es que de esta forma los gobiernos federal y estatal pretenden desplazar a la célula de Los Rojos y dejar que Los Ardillos asuman el control de esta plaza: “quitar un mal con otro mal”, señaló un joven consultado por este reportero. “A las autoridades les dijimos que se abrieran a la verga porque nosotros sí vamos a matar a El Chaparro y su gente”, expresó un comunitario, quien agregó que decidió participar en “esta guerra” porque sicarios al servicio de Los Rojos habrían desaparecido a cinco de sus familiares. “Con nosotros se acabaron los secuestros, asesinatos y extorsiones que realiza el pinche Chaparro”, indicó el joven de complexión robusta, ojos rasgados, tez morena y pistola tipo escuadra fajada a la cintura. Las calles en este lugar donde se respira un ambiente tenso, están desiertas. Artesanos que acuden cada domingo al tianguis prehispánico de Chilapa, simplemente no acudieron y es evidente el cierre de establecimientos comerciales. A más de 24 horas de que el grupo armado vinculado a Los Ardillos asumió el control de la cabecera de este importante municipio, el gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martinez no ha fijado ninguna postura oficial y permanece escondido. Mientras que el alcalde priista de Chilapa, Francisco García González, señalado públicamente de proteger a Zenén Nava, decidió huir del municipio y hasta el momento se desconoce su paradero.

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