OAXACA, Oax. (apro).- A sus cortos tres años de edad, Jesús quedó marcado de por vida, luego de que su propio padre le abrió la cabeza con un machete. De puro milagro no murió. Las heridas que Laurentino López Juárez le causó a su hijo Jesús en la cabeza sanarán, pero las cicatrices permanecerán por el resto de sus días. ¿Qué hizo Jesús, a sus tres años de edad para que su padre lo tundiera a machetazos? ¿Y por qué la madre se niega a denunciar al frustrado filicida? Son las preguntas que se hacen no sólo los policías que realizan las indagatorias, sino también los habitantes de Tierra Blanca en San Agustín Loxicha. Jesús ingresó al hospital de Miahuatlán bañado en sangre. Las heridas que le causó su padre en la cabeza son de tres centímetros de profundidad. Ahora está consciente y estable, pero aún no sabe que su padre, de 40 años de edad, fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público, que de inmediato lo trasladó al penal de Miahuatlán, según consta en el Legajo de investigación 325/fmia/2016. De acuerdo con las primeras indagatorias, el hombre llegó a su casa en estado de ebriedad y comenzó a insultar y agredir a su esposa, Francisca Juárez Juárez, y al pequeño Jesús. A ambos se les fue encima con el machete. Los gritos alertaron a los vecinos, que dieron aviso a las autoridades municipales para que intervinieran. Laurentino fue detenido y llevado momentáneamente en la cárcel municipal de Tierra Blanca, mientras el niño era trasladado a un hospital de Miahuatlán a bordo de una ambulancia. En tanto, la mujer duda en denunciar legalmente al agresor de su hijo. En redes sociales y chats de emergencias, la agresión al niño causó un gran enojo, al grado de que la mayoría demandó encarcelar a ambos padres, a uno “por instintos criminales” y a ella “por cobarde”, y algunos más incluso pidieron al niño en adopción.