CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Por segunda ocasión en menos de un mes, empresarios y comerciantes de Ixtapa-Zihuatanejo cerraron sus establecimientos comerciales en protesta por la ola de inseguridad y violencia que azota a la región de la Costa Grande. Y es que en menos de una semana se han registrado más de 15 ejecuciones en La Unión, José Azueta, Petatlán, Tecpan y Atoyac, municipios que conforman el corredor estratégico del narcotráfico en el Pacífico. Ante la incapacidad gubernamental para revertir los delitos y enfrentar a las bandas criminales, a las que se señala de actuar en contubernio con políticos y alcaldes de la región, el sector económico de Ixtapa-Zihuatanejo volvió a cerrar un centenar de negocios este viernes. Los inconformes señalaron que tomaron esa medida en protesta por el asesinato del hijo del empresario Jesús Gregorio Vidal López, ocurrido el pasado domingo 13. El 28 de octubre anterior, los comerciantes cerraron sus establecimientos comerciales para exigir orden y paz, como lo prometió en campaña el gobernador Héctor Astudillo Flores. En aquella ocasión, el fiscal Xavier Olea Peláez calificó como “exagerada” la protesta del sector productivo de Ixtapa-Zihuatanejo, y el propio Astudillo minimizó el hartazgo ciudadano frente a la narcoviolencia. Como si todo fuera miel sobre hojuelas, el mismo día en que los empresarios de Ixtapa-Zihuatanejo cerraron sus negocios, Astudillo celebró con un festejo privado, rodeado de la clase política de la entidad, su primer año de gobierno.