Mando policiaco ‘levantaba’ y desaparecía' personas en Tierra Blanca, acusan padres

viernes, 4 de marzo de 2016 · 21:55
CIUDAD DE MEXICO (apro).- Marcos Conde Hernández, delegado de la SSP en Tierra Blanca, Veracruz, tiene un historial de delitos pero sólo fue detenido hasta enero pasado, por el caso de los cinco jóvenes levantados por policías estatales en esa localidad. Bernardo Benítez, padre de Bernardo, una de las víctimas, denunció que el delegado de la policía del estado tiene un historial de “secuestrar, levantar y desaparecer” gente. “La presidenta municipal de Juan Rodríguez Clara (municipio en el que Conde estuvo antes) me platicó que le levantó y le desapareció un sobrino, Marcos Conde a la presidenta municipal. Si se lo hace a un presidente municipal en funciones, imagínese a una persona común y corriente ¿qué no nos pueden hacer?, ¿qué no le pueden hacer a nuestros hijos?”, cuestionó en entrevista para Aristegui CNN. El exfuncionario está bajo investigación y es uno de los ocho policías detenidos. Don Bernardo dijo que espera que haya una “investigación exhaustiva” y que al final “caiga quien caiga”. El testigo Para comprobar la participación de la policía del estado, el padre reveló que hubo un testigo --cuyo nombre se reserva--, que observó cómo los elementos se llevaron a los cinco jóvenes tras una aparente revisión “de rutina”. Refirió que el testigo es “amigo” de tiempo atrás, quien vio cuando la policía inspeccionaba el automóvil en el que viajaban y, al parecerle algo extraño, decidió llamarle a uno. Los cinco jóvenes salieron el viernes 8 de enero de Playa Vicente rumbo a Veracruz, donde pasaron todo el fin de semana, celebrando el cumpleaños de Mario Arturo; a su regreso, el lunes 11, pasaron por Tierra Blanca. “Mi hijo es fanático de una taquería a la orilla de la carretera (en Tierra Blanca), se paran a comer, terminan de comer, salen de ahí y en el video se ve claramente cuando la camioneta de la policía del estado se va tras de ellos, más adelante los detienen. Y les empiezan a hacer una revisión, aparentemente”, narró Bernardo. “Pasa una amistad de los muchachos, le llama a mi sobrino José (Benítez)… creían que era una revisión de rutina”, expuso. “A Mario Arturo y José los sacan del coche, los suben a la camioneta, y dos policías se suben al coche”, apuntó. “Pasando las vías del tren, la camioneta rebasa al coche y dobla a mano derecha, a una calle que ya es de terracería. Este muchacho ve para dónde va, pero el teléfono ya está apagado, ya no le contesta. Nos avisaron que el coche estaba en una desviación en Medellín de Bravo, dejaron el carro abandonado… el carro ya estaba en el corralón”, abundó. Un subordinado del delegado Marcos Conde le habló y le dijo “que nosotros sabemos que secuestraron a nuestros hijos”, recordó. “Le dijimos: ‘Tu gente secuestró a nuestros hijos’”, mencionó el padre. Y hay más: “Tenemos un testigo”. Entonces Conde les recomendó interponer una demanda, además de que pidió llevar al testigo hasta él, para que señalara “a uno por uno” de los responsables. Hasta ahora las investigaciones son apuntaladas por la declaración de uno de los policías, quien afirma que los cinco jóvenes fueron asesinados e incinerados. Pero “esto lo debemos ver como un rompecabezas, los policías se contradicen mucho en las declaraciones, creemos que debemos llegar hasta el final, hasta que encontremos al resto de los autores tanto materiales como intelectuales, a partir de ahí podemos armar bien el rompecabezas y saber realmente qué fue lo que sucedió”, indicó Bernardo. “A pesar de que dicen que hay unos restos de mi hijo, que están siendo analizados por los forenses argentinos, la esperanza no se me acaba”, confesó. Y es que “no sé si haya algo más grande para un ser humano que no sea un hijo”. “Mientras no esté al mil por ciento seguro, no voy a aceptar nada”, advirtió en referencia a la presunta muerte de su hijo. Por lo pronto, “queremos a todos los materiales e intelectuales que perpetuaron (los crímenes), si es que al final se logra esclarecer que así fue”, clamó. “Esperamos que seamos los últimos a los que nos suceda esta situación tan desagradable y que creo que la gente de bien que somos nosotros no debería ocurrirnos, hay tanta delincuencia en nuestro estado que ya no podemos salir a la calle sin el temor en la boca”, deploró. Carmen Garibo Maciel, madre de Susana, detalló que el octavo policía detenido “narró paso a paso desde el momento en que los agarraron… comentó que los mataron y los quemaron, eso fue lo que él narró, pero aún tenemos un poquito de esperanza de que haya mentido”. La madre expuso cómo hay diferencias marcadas entre los policías detenidos: unos niegan haber participado, otros dicen que nada más los revisaron, otros que los habían agarrado y los entregaron al crimen organizado. “No sabemos realmente qué fue lo que pasó”, reconoció. “Esperemos que tengamos resultados certeros… confiamos en que ellos esclarezcan este caso”, expresó sobre el gobierno federal, pues en el del estado no confían. En cuanto a la participación criminal directa de agentes del Estado, sostuvo que “ya eso lo tenemos en todo el estado, no nada más aquí en Veracruz… La policía ya tiene que ver casi en todos ese tipo de delitos, la policía está involucrada. ¿Ahora en quién confías?, ¿qué se puede esperar?”, lamentó.

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