MÉRIDA, Yuc. (apro).- El colectivo Indignación exigió hoy al gobernador Rolando Zapata Bello la liberación de cinco pobladores de Chablekal, entre los que se encuentra un menor de edad, detenidos “arbitraria e ilegalmente” durante el enfrentamiento que se suscitó ayer en esa localidad entre lugareños y policías estatales. Luego de la liberación de los activistas Martha Capetillo y Jorge Mendiburu, quienes fueron detenidos el martes pasado por policías estatales durante la represión policiaca que se ordenó en Chablekal para someter a vecinos que salieron en defensa de un anciano de 91 años, quien era objeto de un desalojo, la agrupación acusó a la autoridad de haber incurrido en el uso excesivo de la fuerza pública. Además, Indignación denunció detenciones ilegales, allanamientos a la iglesia y domicilios particulares, golpes, amenazas e insultos contra pobladores y observadores de los derechos humanos y robos. Asimismo, destacó que aún permanecen detenidos ilegalmente en la Fiscalía General del Estado (FGE) cinco pobladores de Chablekal, entre ellos un muchacho de 15 años, a quienes hasta esta tarde no se les había informado de qué delitos se les acusa. El grupo defensor de derechos humanos aseguró que los detenidos fueron sacados de su domicilio luego de que algunas personas de la localidad intentaran refugiarse en peste ante la andanada de gases lacrimógenos. El colectivo exigió la liberación inmediata de los cinco detenidos, además de que se inicie una investigación del caso y se sancione a todos los policías y sus mandos que violaron los derechos humanos en el operativo de ayer. También demandó la devolución de todo aquello “que se robaron los policías” en el lugar, “incluyendo dinero de un domicilio y cámaras de video y celulares de quienes grababan los hechos”. Los activistas detallaron que el conflicto estalló porque policías estatales, en un intento de desalojo injusto, allanaron la casa de Pedro Ehuán, de 91 años, quien tiene una panadería y una lonchería en el centro de Chablekal. Al percatarse de la situación, los vecinos salieron en defensa del anciano y cuando intentaban entrar al templo para convocar a toda la comunidad, los policías allanaron el lugar para cerrarles el paso. No obstante, alguien logró llegar hasta el campanario y en pocos minutos la comunidad respondió al llamado, por lo que se movilizaron más de cien elementos policiacos para enfrentar a la enardecida población que trataba de defender al anciano. Posteriormente, dijeron, “en un hecho de uso desproporcionado de la fuerza pública contra la población, vino la lluvia de gases lacrimógenos”. Luego, los uniformados con escudos y macanas irrumpieron en el predio para desalojarlo, pero fueron recibidos con piedras y palos por los vecinos. En el enfrentamiento fueron detenidos los dos activistas de Indignación y los cinco pobladores, además se reportaron varios lesionados y golpeados.