Grupo armado toma Zitlala tras hallazgo de fosa clandestina en Guerrero

miércoles, 4 de mayo de 2016 · 00:16
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Al menos 300 integrantes del grupo de autodefensa denominado Comunitarios por la Paz y la Justicia, señalados como brazo armado del grupo delictivo Los Ardillos, que dirige la familia del líder perredista Bernardo Ortega Jiménez, mantienen tomada la cabecera municipal de Zitlala tras el hallazgo de una fosa clandestina y la desaparición de la esposa de uno de sus compañeros. El grupo armado conformado por indígenas procedentes de comunidades de Chilapa es encabezado por el comisario de Xiloxuchican, José Apolonio Villanueva, quien responsabilizó directamente a la pandilla de Los Rojos que encabeza Zenén Nava Sánchez y el exdirector de Tránsito municipal, Filiberto Corratitlán Yectli, de la desaparición de la joven Marisol Alejandro Ramírez, registrada ayer por la mañana en Zitlala. Los Comunitarios por la Paz es el mismo grupo vinculado con la banda de Los Ardillos que el año pasado, en estas fechas, irrumpió en la cabecera municipal de Chilapa, mantuvo un sitio de una semana y fue acusado de llevarse por la fuerza a por lo menos 60 personas, que hasta el momento siguen desparecidos, todo esto frente a la mirada complaciente de soldados y policías federales y estatales. En esta ocasión, las autoridades civiles y militares asumieron la misma actitud al permitir la irrupción y toma de la cabecera municipal de Zitlala, que lleva casi un día y donde los civiles armados vinculados al narco instalaron retenes, donde revisan a los ciudadanos, aparte de que catearon casas durante la noche de ayer y la madrugada de este miércoles. El hecho violento se registra en la víspera de la ancestral celebración prehispánica denominada Pelea de Tigres, que se realiza este jueves 5 en este municipio denominado Lugar de Estrellas, en el contexto de los rituales de petición de lluvia que realizan indígenas nahuas de esta franja de la entidad, donde acuden cientos de paseantes nacionales y extranjeros. Ayer por la noche, Apro dio a conocer que autoridades municipales de Zitlala y Chilapa alertaron al gobierno estatal y federal sobre la confrontación que mantienen grupos delincuenciales por el control de las zonas de producción y trasiego de enervantes en esta zona colapsada por la narcoviolencia, donde habitan en su mayoría indígenas nahuas. De acuerdo con reportes oficiales, cerca del mediodía se informó que al menos 150 hombres armados, procedentes de Tlaltempanapa y vinculados a Los Ardillos, irrumpieron en la cabecera municipal de Zitlala por el punto conocido como Las Trancas, que conecta con el municipio de Apango. Fuentes oficiales informaron a Apro que un integrante de la autodefensa de Tlaltempanapa, identificado como César Cantor Gasparillo, denunció que un grupo armado se llevó por la fuerza a su esposa Marisol Alejandro, en Zitlala. Enseguida, los comunitarios vinculados a Los Ardillos se desplegaron en la cabecera y habrían localizado una fosa clandestina con un número indeterminado de cuerpos en un terreno propiedad del exdirector de Tránsito de Zitlala, Filiberto Corratitlán Yectli. Al respecto, el director de Seguridad Pública municipal de Zitlala, Arturo García Zenón, reportó que los indígenas nahuas armados instalaron retenes en las entradas y salidas del pequeño poblado y que estaban despojando de sus pertenencias a los ciudadanos. Por su parte, otro grupo de al menos 200 guardias comunitarios, procedentes de varias comunidades de Chilapa, partieron por la noche rumbo a Zitlala para apoyar a sus compañeros de Tlaltempanapa que mantenían el sitio en la cabecera del vecino municipio. No obstante, soldados y policías federales interceptaron al grupo armado a la altura del crucero de Atzacoaloya para impedir que ingresaran a la cabecera de Chilapa, donde se generó un ambiente de terror y psicosis por el recuerdo del año pasado, cuando sitiaron este poblado durante casi una semana y desaparecieron a decenas de jóvenes. En respuesta, el grupo armado optó por rodear Chilapa para poder llegar a Zitlala, donde sumados a los comunitarios de Tlaltempanapa realizaron cateos en casas en busca de la mujer desaparecida y frente a la complacencia de autoridades civiles y militares. Ante estos hechos, las clases fueron suspendidas en planteles de educación básica de Zitlala y hasta el momento ninguna autoridad ha fijado una postura al respecto. Luego de que trascendió públicamente la acción de los supuestos comunitarios, soldados y policías federales arribaron a Zitlala durante la mañana para tratar de convencer al grupo armado de que se retira de la cabecera. Los líderes de la guardia comunitaria exigen que las autoridades localicen con vida a la esposa de su compañero y revisen el terreno donde presuntamente se localizó una fosa clandestina. La situación en Zitlala es de tensa calma y los comunitarios mantienen el sitio en la zona.

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