TLALNEPANTLA, Edomex. (apro).- Las casi tres horas de caos que se vivieron la noche de ayer en el penal de Barrientos fueron suficientes para que Ángel Roberto Chavero Hernández, José Antonio Arvizu Caballero y Bernabé Ángeles Ramírez se saltaran la barda para fugarse.
En las horas previas al motín, Jonathan Gerardo Galicia Villegas ataviado con una sudadera azul, logró burlar la vigilancia apostada en el área de juzgados que se encuentra a un costado del Centro Preventivo y de Readaptación Social “Juan Fernández Albarrán”, luego de cumplir con una audiencia.
El joven de 19 años de edad, 1.75 de estatura, 75 kilos de peso, tez blanca, delgado y rapado, tenía sólo un día en el penal. Fue detenido por asaltar una zapatería con la agravante de violencia. Al evadirse, el imputado se raspó la parte frontal del cuello y pecho.
Aproximadamente las 20:00 horas, una riña entre varios internos pertenecientes a bandos antagónicos alertó a los custodios, quienes solicitaron apoyo de mil elementos de las policías estatal y municipales.
Durante el encontronazo, los reos quemaron colchones y otros enseres en diversas zonas del penal. Las llamas alertaron a la población en general. Familiares de los reclusos se concentraron en torno a la cárcel, donde también se presentaron riñas con elementos policiacos en busca de información.
El motín fue controlado casi tres horas después, a eso de las 22:40 horas. Pero fue hasta el pase de lista de las cuatro de la mañana de este día cuando los custodios se percataron de la ausencia de tres sentenciados.
Se trata de Ángel Roberto Chavero Hernández, de 38 años de edad, reincidente, sentenciado por el delito de cohecho y homicidio desde el 26 de enero de 2010; José Antonio Arvizu Caballero, de 42, por robo a casa habitación desde el 10 de julio de 2013 y Bernabé Ángel Ramírez, de 28, por violación a partir del 20 de octubre de 2010.
En la gresca resultaron lesionados 10 reos y 7 policías, pero ninguna de las lesiones ponen en riesgo su vida y en la mayoría de los casos han sido dados de alta. Un interno de la galera 4 fue “picado” por otro y un uniformado permanece internado en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).
Por información que lleve a su recaptura, el gobierno del Estado de México ofreció 300 mil pesos en cada caso. En tanto, al director del penal José Luis Vega Carmona y al jefe de vigilancia José de Jesús Mejía Bernal se les notificó para que se presenten a dar declarar con el objetivo de deslindar responsabilidades.
El custodio a cargo de la vigilancia del interno Jonathan fue puesto a disposición del Ministerio Público, al igual que otros 13 trabajadores de los juzgados y de empresas de seguridad que prestaban sus servicios al momento de la evasión.
Con tres mil internos, el penal de Barrientos es uno de los más grandes de la entidad. José Manzur, secretario general de Gobierno, reconoció sobrepoblación superior a 100%, mientras Eduardo Valiente, comisionado estatal de Seguridad admitió un déficit de 85 custodios en el Cereso –hay mil 850-.
Manzur Quiroga rechazó que por estas razones, al interior de Barrientos y de cualquiera de los 21 penales de la entidad tenga un “autogobierno”. Tan no es así, justificó, que dos horas con 40 minutos bastaron para controlar el motín.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reprobó hace unos días al penal de Barrientos por no garantizar la integridad de los internos. Registró sobrepoblación penitenciaria y déficit de personal de custodia, lo que a su vez propicia la existencia de un co-gobierno al interior.
El organismo contabilizó la reclusión de cuatro mil internos que cuadriplicaban la capacidad del penal.En el transcurso de la mañana, se permitió a familiares de los internos una visita extraordinaria para constatar su condición física.