Feligreses "toman" templo en repudio de obispo de Campeche

martes, 2 de agosto de 2016 · 21:46
CAMPECHE, Cam. (apro).- Un grupo de feligreses se atrincheró en la parroquia de San José Obrero para impedir que el obispo Francisco González se apodere del templo que resguarda reliquias del papa Juan Pablo II y que tenían bajo su tutela los salvatorianos expulsados por el prelado. El conflicto entre el obispo y los salvatorianos, curas de origen polaco, estalló a mediados del año pasado. El motivo fue el control de los colegios diocesanos Instituto Mendoza y Fray Angélico, que operaban y administraban los segundos. Pese a la inconformidad de los padres de familia de los alumnos de esos colegios, que en conjunto generan más de 10 millones de pesos al año, el obispo les arrebató el control, expulsó al cura Sebastian Korckzak, el rector, y confinó a los otros miembros de la congregación a la parroquia de San José Obrero. Ante la reacción mediática en contra, el obispo incluso encabezó un plantón de protesta de varias horas a las puertas del periódico Tribuna. La semana pasada, cuando se creía diluido el problema entre el prelado y los salvatorianos, la diócesis sorpresivamente dio a conocer la salida de la entidad, el 31 de julio, de dicha congregación, de la que al momento sólo queda un cura: Andrés Kusiak. La expulsión de la orden levantó contra el obispo a feligreses de San José Obrero, quienes lo acusaron de avaro y ambicioso. El pasado domingo, cuando venció el plazo que dio el prelado a los salvatorianos para irse del estado, González y Kusiak --en sus respectivas misas-- se lanzaron mensajes cifrados. En su homilía el obispo habló de la “avaricia”. “En el evangelio Jesús advierte a la muchedumbre: ‘Eviten todo clase de avaricia’. Quiere decir que no deben caer en la búsqueda incesante del dinero. A través de este evangelio de Lucas, Jesús hace hincapié en el peligro que produce la abundancia de dinero’”, advirtió. Y cuestionó: “¿Por qué es tan importante la cuestión de la avaricia? La segunda lectura nos provee la respuesta. La avaricia es en ‘una forma de idolatría’. “Esto es, la gente piensa en una cuenta de banco gorda como lo que va a salvarle del mal. El oro reemplaza a Dios como su esperanza”, fustigó. También aludió a Juan Pablo II, quien “decía que nuestro objeto en la vida no debe ser tener más sino ser más; quería que usáramos el dinero para crecer como personas”. Consideró “preciso que cambiemos nuestro concepto de la riqueza” y sostuvo que “la persona muy rica es quien conozca al señor Jesús; Él nos indicará cuando tengamos bastantes cosas materiales y nos enseñará el valor de las cosas espirituales”. En tanto, en su última misa, en la que la feligresía lo despidió con mariachis y una ovación de pie que se prolongó cinco minutos, Kusiak aseguró que se va sin rencores y que no era una despedida “sino un hasta luego”, pues “nos volveremos a ver”. Y aunque el obispo dijo el domingo que respecto de la salida de los salvatorianos del estado “no hay nada más qué decir, todo está dicho”, feligreses de San José Obrero advirtieron que no entregarán ese templo al prelado y que Andrés Kusiak no se irá hasta que reciba de Polonia la instrucción de sus superiores de abandonar la entidad.

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