CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al ritmo del Noa, Noa, del cantautor Juan Gabriel, integrantes de la organización campesina Los 400 Pueblos protagonizaron protestas desnudándose y bailando en contra de diversos personajes de la política local, nacional e internacional en el zócalo de la capital de Veracruz. Frente al Palacio de Gobierno donde despacha el priista Javier Duarte, los inconformes colocaron una lona de repudio al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump; además, decenas de campesinos se colocaron hojas con el rostro del multimillonario empresario que les cubrían sus genitales. Tras repudiar a Trump por sus declaraciones discriminatorias hacia los migrantes mexicanos, la organización de Los 400 Pueblos, liderada por el diputado local priista Marco del Ángel Arroyo, también fustigó al gobernador electo de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares a quien acusan del despojo de tierras, persecución en el sexenio de Patricio Chirinos y de represión. Los actos de protesta y danza también alcanzaron al actual fiscal general del estado Luis Ángel Bravo Contreras, a quien acusan de dar “impunidad” al gobernador electo, a cambio de garantizar el cargo público en el próximo gobierno. Con tres objetivos en su protesta, los campesinos bailaron desnudos a ritmo de composiciones de Juan Gabriel y de canciones de cumbia y música tropical, sólo con una trusa puesta y los rostros en papel de Donald Trump y de Yunes Linares, mientras las mujeres lo hicieron con el torso desnudo y en pantaletas, aunque algunas con pantalón de mezclilla. Los campesinos tienen prohibido hablar con la prensa por petición de sus líderes, César del Ángel, y del diputado local del PRI, Marco del Ángel Arroyo. La organización de los 400 Pueblos, eternamente ligada al PRI, y en este sexenio de cercanía con el priista Javier Duarte, ha sido señalada de ser un “instrumento político” de presión y hostigamiento al servicio de los intereses del mandatario saliente. El apoderado legal de Los 400 Pueblos es el defenestrado exprocurador Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, aquel que en 2011 “criminalizó” a todos los ejecutados durante su gestión.