Identifica el cadáver de su hijo casi cuatro años después; estaba en un "narcocementerio" de Veracruz

lunes, 18 de diciembre de 2017 · 09:14
XALAPA, Ver. (apro).- En este fin de año, Gerson Quevedo Orozco hubiera concluido sus estudios de arquitectura en la Universidad Veracruzana (UV); su hermano Alan tenía un futuro promisorio en las fuerzas básicas del Club Tiburones Rojos, sin embargo, el 15 de marzo del 2014, a la familia Orozco Quevedo le cambió la vida. Unos sicarios secuestraron a Gerson en el fraccionamiento Arboledas San Ramón en Medellín de Bravo, pidieron rescate, fue pagado de forma puntual, pero el estudiante de arquitectura no volvió a casa. Ante la inacción de las autoridades de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y de la extinta Procuraduría General de Justicia (PGE), Alan y su cuñado, Miguel Caldelas, salieron a investigar por su cuenta. Descubrieron la casa de seguridad donde tenían cautivo a Gerson, pero al hallarla fueron acribillados sin piedad. Ayer por la tarde, un peritaje independiente, el cual fue cotejado con uno que realizó la Fiscalía General del Estado, reveló que Gerson Quevedo fue enterrado en el “narcocementerio” de Colinas de Santa Fe, en el Puerto de Veracruz, donde al día de hoy han sido hallados casi 300 cráneos y 17 mil restos óseos. Hoy, su madre, Maricela Morales, acepta hablar con Apro para plantear una exigencia de alta demandada en Veracruz: justicia. “Quiero resaltar que quiero justicia, Gerson hoy hubiera acabado su carrera profesional; mi otro hijo, Alan, estudiante de preparatoria de solo 15 añitos, pero ya jugando profesionalmente en la sub 17, era el único de esa edad en Tiburones Rojos por su alto rendimiento, que iba a llegar a ser muy grande y le cortaron todo y nos mataron a todos en vida, y mi yerno subcampeón nacional de artes marciales, joven empresario. Tres jóvenes con un futuro prometedor”, expone Maricela al teléfono. Aunque Alan y Miguel fueron privados de la vida en marzo 2014, cuando el priista Javier Duarte aún gobernaba de forma fatídica Veracruz, tuvieron que pasar 45 meses -casi cuatro años- para que la familia Quevedo Orozco supiera que su otro hijo, Gerson corrió la misma suerte y después de su secuestro fue asesinado y enterrado en el “narcocementerio”, que lo mismo ha sido utilizado por integrantes de Los Zetas, que por sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero también por policías de la SSP. El miércoles al medio día, en Xalapa, habrá una misa de cuerpo presente de Gerson Quevedo. Mientras la familia alista detalles para darle cristiana sepultura, continua el mal sabor de boca porque el Poder Judicial de la Federación determinó en la causa penal 11/17 del Juzgado Quinto de Distrito que no hay elementos suficientes para considerar que el secuestro y posterior asesinato de Gerson Quevedo hubo participación de la delincuencia organizada. “El juez federal Mario Medina Soto le negó por segunda vez el pliego petitorio a SEIDO, que porque no hay delincuencia organizada en Veracruz (Sic). ¿Como dice que no hay delincuencia si donde estaba el cuerpo de mi bebé hay cientos de cuerpos?”, expone. Michelle Quevedo, hermana de Gerson y Alan dedicó hoy un emotivo mensaje de despedida a sus hermanos y a su exnovio en redes sociales. “Después de buscar desde el 15 de Marzo del 2014, el día que secuestraron a mi hermanito Gerson Quevedo “Monsters”, el día que asesinaron a Alan y Miguel tratando de rescatarte, destrozaron nuestra familia, después de tantos días por fin regresas a nuestro lado, duele encontrar y que no sea vivo, duele saber que toda esperanza se apagó, que no te volveré abrazar, ni ver tu hermosa sonrisa, pero sé que algún día estaremos todos juntos de nuevo, te amare por siempre hermanito, no descansaré hasta tener justicia por lo que te hicieron, a ti, a Alan y a Miguel, los amare por siempre, y nos veremos algún día”, rubricó su hermana en redes sociales. Actualmente, por este triple homicidio ya se encuentran en prisión Cristian de Jesús Castillo Wachi, de 23 años de edad, y Lucina Ramón Quintero “La Luci” de 44 años, así como una tercera persona cuyos datos se desconocen. El Juzgado Quinto del Distrito Judicial del Puerto de Veracruz liberó la orden de aprehensión a partir de la investigación ministerial 131/2016. Los detenidos declararon desde el pasado 27 de diciembre en el Puerto de Veracruz, derivada de la carpeta de investigación inicial, la 015/UECS-DM/2014. Ellos corroboraron que Gerson también fue privado de la vida. Aunque desde hace tres meses la FGE informó que el mayor de los hermanos Quevedo fue asesinado, Maricela Orozco dice que, dudando de la veracidad de la Fiscalía, pidió un peritaje independiente el cual fue entregado este fin de semana. Durante el primer año del doble homicidio de Alan y Miguel, más la desaparición de Gerson, la familia Quevedo Orozco recibió un sinnúmero de llamadas para “exigir un rescate” por regresar al estudiante de arquitectura con vida, pero sin poner al secuestrado al teléfono. Además, el celular de la familia ha sonado en distintas ocasiones, sin embargo, los interlocutores sólo se quedan escuchando al otro lado del auricular sin decir nada. “En una llamada me dijeron que querían más dinero o atentarían contra mi esposa o irían por mis demás hijos”, narró en diversas ocasiones a Apro, Gerson padre. Por esas situaciones anormales y por la indiferencia de la FC y de la Secretaría de Seguridad Pública, así como el nulo avance en las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) durante el 2014, 2015 y 2016, los demás integrantes de la familia Quevedo González han tenido que vivir a “salto de mata” en varias casas de estos tres municipios conurbados. Quevedo rememora que cuando fueron notificados por la delincuencia del secuestro de Gerson, la indiferencia del C-4 (Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando) y del número de emergencias 066 orilló a su familia a negociar con los captores, acordando pagar los 50 mil pesos de rescate que les exigieron y depositarlos en el estacionamiento de Plaza Crystal. Pasaron las horas, pero el mayor de los hijos de Gerson Quevedo no volvió a casa. La comunicación con sus plagiarios se cortó. Horas antes, el folio 56699 de la SSP detalló que cuando la familia Quevedo se quejó por el secuestro de uno de sus hijos, del otro lado de la línea un oficial les respondió: “Seguramente se trata de un secuestro virtual. Mándenle un mensaje al celular de su hijo; díganle que ustedes están bien, que regrese a casa”. Tuvieron que pasar 45 meses, para que Gerson Quevedo volviera a casa y su familia pudiera tener paz, aunque con un dolor que todo los días seguirá punzando en el pecho.

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