CIUDAD D EMÉXICO (apro).- Alrededor de 300 ejidatarios y productores de Puebla afectados por los incendios y derrames de petróleo exigieron al director de Pemex, José Antonio González Anaya, la entrega inmediata de las indemnizaciones correspondientes por los daños ocasionados a sus tierras en los últimos siete años. En representación del grupo de damnificados, Cecilia García, directora general de la asociación civil Anauatlali Pro Derechos de la Propiedad Rural, comentó que pese a las reiteradas peticiones que se han hecho a la empresa productiva del Estado para que resarza económicamente a los afectados desde 2010, las autoridades han hecho caso omiso. Por esta razón, la asociación que defiende los derechos de las comunidades indígenas exigió a González Anaya el pago de las indemnizaciones a los campesinos de Palmarito, Santa María Magdalena, Benito Juárez, Tepeaca, Acajete, Quecholac, los ejidos poblanos más dañados. En un comunicado de prensa, Cecilia García también denunció la falta de atención a los afectados, ya que –dijo– la asociación ha mantenido reuniones de trabajo con Petróleos Mexicanos desde hace 17 años, pero a la fecha, “ya con una Reforma Energética encima, siguen ausentes las respuestas y las indemnizaciones millonarias a los afectados”. Destacó que el mantenimiento a los ductos de Pemex ha provocado incendios, derrames y daños a cultivos en al menos 20 hectáreas, afectando a aproximadamente 300 ejidatarios y 120 productores. Subrayó que los campesinos también son víctimas de la delincuencia organizada que extrae el combustible, por lo que lamentó que el gobierno federal “permita la violencia, inseguridad y las muertes provocadas por los huachicoleros, resultado de la corrupción e impunidad”. “El Estado mexicano debe respetar la legislación que protege al Ejido. Pemex atiende otras prioridades también derivadas de los ductos que, de igual manera, son arbitrarias y transgresoras de los derechos ejidales y comunales”, expresó Cecilia García al referirse a los recientes operativos encabezados por elementos de la milicia para detener el robo de combustible en el llamado Triángulo Rojo, en Puebla.