PUEBLA, Pue., (apro).- La madrugada de este viernes murió Orlando Xolalpa Sánchez, quien había exigido una disculpa pública del Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, por supuestamente haberlo usado como “chivo expiatorio” para resolver el ataque a la familia Vázquez cometido en la autopista México-Puebla. El 20 de junio, Xolalpa, acompañado de familiares y abogados, se presentó en rueda de prensa para afirmar que policías federales le habían sembrado un arma y droga, a fin de justificar su detención y después obligarlo a declararse culpable de algo que no cometió. Xolalpa acusó al Comisionado Nacional de Seguridad de haberlo usado como “chivo expiatorio” para librar el enojo social que generó el ataque a la familia ocurrido el 2 de mayo, cuando una banda delincuencial asesinó a un niño de dos años de edad y violó a una madre y su hija de 14 años de edad. Familiares de quien fue presentado a nivel nacional como “El Chivo” dijeron a los medios de comunicación que desde hace dos semanas Xolalpa estaba internado en un hospital de Puebla luego de que se agravó su padecimiento por cirrosis hepática, mal que finalmente le costó la vida esta madrugada. Su hermana, Mayra Xolalpa, denunció en la rueda de prensa del 20 de junio que la aprehensión y encarcelamiento de su hermano, habían agravado las enfermedades que ya padecía y que lo habían puesto al borde de la muerte ya que en el penal de San Miguel no recibió la atención médica adecuada. “Lo dejaron salir de prisión porque saben que se puede morir adentro y no quieren enfrentar eso”, comentó en esa ocasión, cuando precisó que además de cirrosis hepática su hermano padecía de edema pulmonar, hipertensión y anemia. Xolalpa aseguró que el día de su detención, 15 de mayo, salía de su casa junto con su abuelo y que policías federales se lo llevaron sin mayor explicación. Señaló que luego de eso fue golpeado y amenazado de muerte para obligarlo a confesar su participación en la agresión a la familia. Incluso aclaró que nunca había tenido el apodo de “El Chivo” como fue presentado por Sales Heredia en una rueda de prensa que dio el 16 de mayo, y aseguró que eso se había tratado de una “invención” de los policías, como todo lo que supuestamente declaró sobre los hechos. Su detención desde un principio causó dudas, pues habitantes de Santa María Moyotzingo, de donde es originario, alertaron a los medios de comunicación que, por el estado de salud de Xolalpa, habría sido imposible su participación en el delito que le imputaban, como tampoco era creíble la portación de arma y la droga sintética que supuestamente le aseguraron. Al mismo tiempo, parientes de la familia Vázquez, revelaron que ninguno de ellos reconocía a Xolalpa como uno de los nueve sujetos que los atacaron la madrugada del 2 de mayo. El Fiscal General de Puebla, Víctor Carrancá Bourget, confirmó estas versiones el 28 de mayo, cuando presentó a cinco detenidos que ya habían sido identificados por la familia como los autores del asalto y reiteró que no había datos que implicaran a Xolalpa, quien acabó por ser liberado el 16 de junio. El abogado Raúl Rodríguez de la Fuente dijo que el caso de Xolalpa debe preocupar a la sociedad en general, pues en esas condiciones a cualquier ciudadano se le puede fabricar un delito. Aunque en esa ocasión abogados y familiares exigieron una disculpa pública, el comisionado de la Policía Federal (PF), Manelich Castilla Craviotto, insistió el 22 de junio que Xolalpa no estaba absuelto y que aún era investigado por su presunta participación en la agresión a la familia. "A esta persona se le detuvo en delito flagrante y sobre el que obraba una denuncia ciudadana que lo imputaba directamente de haber participado en las violaciones y asesinato de un menor de edad", recalcó el funcionario.