El sismo deja inhabitable un fraccionamiento en Guanajuato; piden reubicación

miércoles, 20 de septiembre de 2017 · 14:58
VILLAGRÁN, Gto., (apro).- El movimiento telúrico registrado el martes pasado acabó por dejar inservibles numerosos departamentos de un fraccionamiento en este municipio, que ya presentaban daños estructurales por deficiencias en la construcción, por lo que literalmente familias acamparon en la calle para pasar la noche. Aunque el gobernador Miguel Márquez Márquez reportó el martes un saldo blanco y cero daños, para unas 200 familias del fraccionamiento El Rehilete todo se complicó aún más con el sismo de 7.1 grados, que aquí se resintió. Los habitantes de este fraccionamiento se han visto afectadas por los problemas que presenta la edificación de los departamentos que compraron, construidos en un suelo aparentemente inadecuado, lo que deriva en una negligencia de las empresas constructoras y las autoridades que dieron los permisos. Personal de Protección Civil municipal acudió a revisar y concluyó que numerosos departamentos ya son inhabitables, luego de lo cual ofreció a los vecinos acudir a un albergue, pero éstos se negaron y decidieron instalar casas de campaña y sacar sus cobijas para pasar la noche en las calles, cerca de sus hogares, por temor a perder su patrimonio en manos de ladrones. “Las casas, sobre todo del tercer piso, comenzaron a tronar y a caerse bloques, la gente salió corriendo”, dijo María de Jesús Balderas, una de las representantes de los vecinos de El Rehilete, un fraccionamiento ya colindante con Celaya. “De por sí ya las casas estaban resentidas, las del tercer piso sufrieron daños más severos. Fue leve pero hubo pánico”, narró la mujer. De los 250 departamentos del fraccionamiento, unos 200 son los que están habitados. Desde febrero se presentó una denuncia por los daños que comenzaron a hacerse más notorios y se solicitó la reubicación de los habitantes, pero nadie les resuelve. “Los de Protección Civil vinieron y nos dijeron que los departamentos ya no son aptos para habitarlos, tienen un dictamen por el que nos ordenaron evacuar. Ya le hicimos por escrito la petición al gobernador, a quien sea responsable. Supuestamente nos vendieron una vivienda digna y no es cierto. Estamos pagando y no la tenemos, queremos una reubicación”, dijo la representante vecinal. Aunque se les pretendió enviar a una instalación del Centro impulso, se negaron rotundamente. “Sabemos que si dejamos nuestras casas vamos a regresar y no vamos a encontrar nada. Luego no será nada más lo de las casas sino que nuestras poquitas cosas nos las van a robar”, agregó. Mientras María de Jesús explicaba las condiciones que hoy enfrentan los habitantes de esta colonia, otras personas colgaban sábanas para improvisar casas de campaña; los niños jugaban en la calle y otros hacían fogatas y colocaban cobijas sobre las banquetas. La mujer pidió el apoyo del Ejército para vigilar el lugar. “La verdad es que no confiamos mucho en la Policía municipal. Ya ve cómo está la inseguridad, ¿verdad? Ninguna autoridad nos responde, ni el presidente municipal, ni el gobernador, los únicos que han venido son los de Protección Civil”. Las empresas involucradas en la construcción del fraccionamiento son Viviendas del Bajío y Urbanizadora del Bajío (UBSA). En los departamentos se observan muros agrietados, pisos levantados y algunos bloques de techos caídos.

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