Arquidiócesis de Oaxaca reprueba ataques 'perversos” contra la Iglesia por caso de cura pederasta
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Arquidiócesis de Antequera Oaxaca negó las acusaciones “falsas y dolosas” que, dijo, se han difundido en los últimos días “para denigrar la actividad misionera, apostólica y pastoral de nuestra Iglesia”.
En un comunicado difundido este martes destacó que el caso del cura pederasta Gerardo Silvestre Hernández --sentenciado a 16 años y seis meses de prisión por corrupción de menores en su modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos-- ha sido aprovechado y utilizado “de manera perversa y dolosa para atacar a nuestra Iglesia”.
Ello, señaló, a pesar de que el asunto ya ha sido investigado y juzgado por las instancias civiles y eclesiásticas correspondientes, y en todo momento, subrayó, la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca fue coadyuvante y respetuosa de la autonomía de las investigaciones en el ámbito penal y canónico.
Con el fin “de que no se continúe confundiendo a la opinión pública”, explicó que en 2009 las autoridades eclesiásticas recibieron a un grupo de sacerdotes que expresó una serie de dichos sobre posibles actos delictivos en contra de niños y jóvenes de una parroquia, señalando como responsable al entonces sacerdote Gerardo Silvestre Hernández.
De acuerdo con los protocolos de la Iglesia, fundamentados en el derecho canónico, apuntó, el arzobispo dio inicio a un proceso de investigación. Y cuando se presentó la denuncia penal civil, después del desahogo de pruebas no se comprobó ninguna violación y en un solo caso el delito fue encuadrado por la autoridad ministerial bajo el tipo penal de corrupción de menores de 18 años, puntualizó.
En ese momento, sostuvo, el acusado fue suspendido de sus servicios eclesiásticos y se le pidió ponerse a disposición de la autoridad para colaborar en la investigación de las autoridades ministeriales.
“Sin la menor oposición a la ejecución de la orden judicial, en 2013 el inculpado se entregó voluntariamente para ser detenido, recluido y comenzar con ello el desahogo de su proceso penal. Posteriormente, consciente del daño causado a la Iglesia, el acusado solicitó al Papa la exoneración de sus responsabilidades clericales”, recalcó la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca.
Añadió: “Es oportuno precisar que la Arquidiócesis nunca ha asumido ni asumirá funciones de Ministerio Público ni de juez; los dichos o los deseos de las personas jamás podrán convertirse en razones suficientes para proceder en contra de nadie, solamente se ha intervenido con decisión cuando hay anomalías graves con delitos comprobados”.
Y lanzó: “De parte de la Arquidiócesis no hay señalamientos, represión ni persecución en contra de nadie. Como se ha procedido siempre, para todos se ha buscado el bien hasta en los últimos momentos”.
Luego de manifestar su desacuerdo “con posicionamientos malévolos e ideologizados, con tendencia a denigrar y denostar a la Iglesia”, negó “enérgica y categóricamente las acusaciones falsas y dolosas que se han utilizado a partir de estos sucesos para denigrar la actividad misionera, apostólica y pastoral de nuestra Iglesia”, e hizo “un respetuoso llamado” a ser portadores y defensores de la verdad sin odios ni rencores, pues la justicia –abundó-- sólo llega cuando la verdad está presente.
Remató: “Apreciamos la prudencia de nuestros fieles, su fe y confianza en Dios que opta cada vez más por la verdad, la unidad y el bien contra toda violencia”.