Pugnas por la dirigencia estatal y comisiones en Congreso dividen a Morena en Guerrero

martes, 9 de octubre de 2018 · 12:18
CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Las disputas por el control de la dirigencia estatal y la asignación de comisiones en el Congreso local muestran la división interna en el partido Morena: dirigentes y diputados locales se acusan mutuamente de pactar acuerdos con el PRI para beneficiar al gobernador Héctor Astudillo Flores. Actualmente, Morena en Guerrero está fragmentado en dos grupos, el primero dirigido por el presidente del Congreso, coordinador de la fracción parlamentaria morenista y dirigente estatal del partido, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien será el próximo delegado federal del gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador; y la otra facción es encabezada por César Núñez Ramos, el enlace nacional del obradorismo en la entidad. La semana pasada, el pleno del Congreso local aprobó la integración de 33 comisiones legislativas, de las cuales 17 son presididas por Morena; siete el PRI y dos comités; el PRD solo cinco y el PAN, PT, PVEM y MC, una a cada representación. No obstante, los diputados de Morena Marco Antonio Cabada Arias, Teófila Platero Avilés y Carlos Cruz López -los tres del grupo de Núñez Ramos-, no se presentaron a la sesión del viernes 5, situación que fue calificada por el grupo de Sandoval Ballesteros como "un acto de traición" porque provocó que no se reuniera la mayoría legislativa para aprobar un dictamen que presuntamente beneficiaba más a los morenistas en la integración de las comisiones. En respuesta, Cabada Arias y Cruz López, ayer en conferencia, rechazaron las imputaciones en su contra y afirmaron que el coordinador de su fracción y cinco integrantes más del grupo de Morena se reunieron en privado con el gobernador Astudillo Flores para pactar beneficios con el PRI en el Congreso local. Además, acusaron a Sandoval Ballesteros de manejar de manera "discrecional", los recursos públicos destinados a la fracción, así como la bolsa conformada por un supuesto descuento del 30% que les aplicaron en el salario esta última quincena a cada de los 24 diputados morenista y reprocharon el hecho de que los hayan dejado fuera de todas las comisiones. Ayer, Sandoval Ballesteros se reunió con los tres diputados disidentes en un restaurante al norte de esta capital, donde acordaron discutir el tema de las ausencias ante el resto de la fracción parlamentaria en privado. Anunció que van a esperar la decisión de los órganos jurisdiccionales del partido para determinar si van a sancionar o no a los tres diputados que se ausentaron en la pasada sesión. “A nosotros lo que nos corresponde es establecer un diálogo interno para que todo mundo sepa lo que sucede”, expresó Sandoval Ballesteros. Agregó que espera la resolución de su partido para dejar la dirigencia de Morena en Guerrero y que antes de asumir el cargo federal pedirá licencia en el poder Legislativo. La pugna por la dirigencia estatal  En la lucha por la sucesión de la dirigencia estatal de Morena están el representante ante los órganos electorales, Sergio Montes Carrillo del grupo de Sandoval Ballesteros, e Iván Hernández Díaz del bando de César Núñez Ramos. La semana pasada, el Tribunal Electoral Estatal (TEE) filtró a medios un documento de la Comisión de Honor y Justicia de la dirigencia nacional de Morena, en el cual se indica que, desde el 28 de septiembre, Montes Carrillo fue suspendido un año de sus derechos políticos y no puede aspirar a ningún cargo partidista. De acuerdo a Sergio Montes, la acusación ante las instancias partidistas fue realizada por el grupo de César Núñez para dejarlo fuera de la contienda para dirigir el partido a nivel estatal, no obstante, dijo que la sanción no es definitiva y que decidió apelar para tratar de revertirla. En tanto que la dirigencia nacional, informó mediante un comunicado oficial a la militancia de Morena en Guerrero que el próximo dirigente será designado desde el centro del país.

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