CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un juez federal sentenció a cuatro años de cárcel y una multa de más de un millón de pesos al exdirector de la Policía Estatal de Puebla, Marco Antonio Estrada López, y al exjefe del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), Tomás Méndez Lozano. La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó que tras un juicio oral de casi un mes se obtuvo la sentencia condenatoria en contra de Estrada López y Méndez Lozano, por el delito de robo de hidrocarburo en la modalidad de sustracción, cometido en agravio de Petróleos de México (Pemex). En la sentencia se indica que la paraestatal y el agente del Ministerio Público de la PGR lograron acreditar un robo de 13 mil 385 litros de gasolina magna y la realización de dos tomas clandestinas en el municipio de Tepeaca, a unos metros de la carretera Tepeaca-San Felipe Tenextepec, donde los acusados fueron detenidos el 13 de julio de 2015. De acuerdo con información difundida por E-Consulta, pese a las inclemencias del caso, que incluso tuvo que decidirse en un juzgado federal de Tlaxcala a petición de la defensa legal de los ahora sentenciados, el juez de la causa falló en su contra y dictó una pena de cuatro años de cárcel y una multa por 12 mil Unidades de Medida Aplicable, equivalente a un millón 60 mil 320 pesos para cada uno. La sentencia mantendrá en prisión sólo ocho meses a Méndez Lozano, ya que la pena tardó más de tres años en llegar, mientras que Estrada López aún debe resolver un proceso del fuero común por robo de vehículo agravado, por el que en su momento ganó un amparo, pero por orden de un juez local se le volvieron a fincar los cargos. Ante este fallo, ambos seguirán recluidos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel, en la ciudad de Puebla, hasta que cumplan su sentencia o decidan conmutar su sanción al estar a menos de un año de que fenezca su pena. Durante la etapa intermedia, la representante legal de Pemex y el agente del Ministerio Público habían solicitado ocho años de cárcel y una multa de 152 mil 700 pesos, sin embargo, la defensa rechazó llegar a un acuerdo en el que sus defendidos tenían que aceptar su responsabilidad mediante un proceso abreviado.